Un reportaje realizado por el Centro de Investigación Periodística CIPER reveló la crisis que se vive al interior de la institución de Carabineros. Esto porque los Suboficiales acusan una «mala administración» por parte de los altos mandos.
En medio de las medidas presentadas por el Gobierno del Presidente Gabriel Boric -como el aumento en la dotación policial, así como el financiamiento y equipamiento para enfrentar la inseguridad que atraviesa el país- surgieron voces de uniformados denunciando una negligente gestión de sus superiores.
La investigación arrojó que los funcionarios tienen jornadas extenuantes de trabajo y a esto se suma la alarmante baja del personal destinado a combatir la delincuencia, en parte, por el gran porcentaje de policías con licencias médicas y porque los oficiales le dan prioridad a la labor administrativa.
«Antes salían cuatro cuadrantes para una población de 170 mil personas. Hoy salen dos», dijo un funcionario de la 6° Comisaría de Villa Alemana al citado medio, criticando al alto mando de la institución por estar «más preocupados de cumplir con la labor administrativa -con el ‘papeleo’- que con las tareas de patrullaje».
«Para que ellos no sean observados»
Un excomisario de la Región Metropolitana se sumó a la acusación y detalló que la atención preferente a las tareas administrativas se produce porque a los oficiales no los sancionan «por un error en un procedimiento, sino por no mandar las cuentas a la prefectura».
Debido a la falta de personal, esto se traduce en que «uno escucha por radio los procedimientos y tratamos de que llegue cooperación de otras unidades, si no, no nos metemos a las poblaciones, porque tenemos con suerte dos furgones. Anda uno arriesgándose», así lo declaró un funcionario de la unidad de Villa Alemana.
«El mando en sí está potenciando su labor interna, administrativa, para que ellos no sean observados. Pero a la calle no le dan prioridad, los carabineros de la calle están todos reventados», sentenció.