El sacerdote jesuita está molesto con la jerarquía de la Iglesia Católica. Directo y confrontacional. Así es el sacerdote Felipe Berríos, quien vive fuera del lujo y la pomposidad, y que predica y vive en los barrios más pobres de Chile. En entrevista con
24 Horas, interpeló a los chilenos por la visita del Papa Francisco y les entregó una especial petición, principalmente, por la comunidad de Osorno por el Obsipo Barros: "
es bueno que hayan protestas, es bueno que se digan las cosas, que no sea una cuestión estereotipada, lleno de curas con colleras que hablan todos iguales. Aquí hay que decirle al Papa las cosas que pasan, de un pueblo que está activo (...) él viene a eso, sino sería una visita protocolar", dijo. "É
l va a conocer de primera fuente lo que pasa en Chile, uno muy distinto, de gente empoderada, crítico, mejor informada; una gente que quiere a su Iglesia y que la ha visto más lejana (...) va a ser interesante su visita, en ningún momento va a ser un fracaso, creo que va a ser un signo de esperanza", agregó. Respecto a la reunión que podría sostener el Sumo Pontífice con las
víctimas de Karadima, Berríos dijo que sería un desahogo para todos. "
Le haría muy bien al Papa oír todo, ellos (víctimas) son héroes de la Iglesia porque creyeron en ella y fueron abusados, gracias a ellos que expusieron sus testimonios personales pudimos limpiar eso que estaba podrido, que todavía queda mucho por hacer", concluyó.
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