Hoy, su panorama es totalmente diferente. El defensor de la Universidad de Chile, Rafael Vaz, reconoció que vivió un calvario en su llegada al cuadro laico a principios del campeonato. En conversación con La Tercera, el zaguero confesó que estuvo mucho tiempo en la banca porque "estaba en un tiempo de adaptación". "No me gustaba ser suplente, lo que siente todo el que no juega. Pero respeto a los amigos que están totalmente adaptados. Tenía que esperar, como hice", añadió. Sin embargo, admitió que "estaba incómodo. Es primera vez que salgo de mi país. Entonces, fue muy difícil, porque uno espera llegar y conseguir jugar lo antes posible. Llegué acá y parecía ser que fuese otra persona". "Yo me preguntaba: '¿será que soy un jugador tan malo?'. Porque no estaba consiguiendo tocar una pelota en los entrenamientos. Pero era porque estaba en un proceso adaptación", explicó. Sobre el fútbol chileno, Vaz sostuvo que "la velocidad de los jugadores era muy elevada, muy diferente a la mía. Eso me molestó. No estaba pudiendo hacer lo que sé". "Acá estoy consiguiendo tener un poco de sabiduría. Estoy tomando decisiones más rápidas y jugando un poco más seguro porque acá es un fútbol mucho más rápido. No tienes tiempo para usar la técnica. Acá estoy consiguiendo ajustar ese detalle que muchos lo apuntan como una deficiencia, una debilidad", subrayó. Finalmente, aseguró que hasta ahora no ha recibido insultos racistas en Chile. "Si me llamas negro, soy negro, y me da lo mismo. No lo puedo negar, es mi raza. Ahora, si insultan a mi hija reaccionaría diferente. Acá me respeta mucho la gente, todas las barras son respetuosas", aclaró.