Hasta el momento, autoridades no han dado ninguna declaración al respecto.
Un nuevo hecho de violencia y abuso sexual conmueve a Chile, en donde una estudiante universitaria fue atacada por un grupo de jóvenes durante la toma en la Universidad de Concepción.
El cobarde abuso sexual ocurrió el 7 de junio, siendo denunciado inmediatamente en una carta que se convirtió en viral por la crudeza de los acontecimientos. Las víctimas realizaron la denuncia, sin embargo, lo dejaron libre a las dos horas y sin cargos.
A continuación la carta que se ha convertido en viral entre los estudiantes de la Universidad de Concepción:
"El jueves 07 de junio del 2018 a las 00:00 aproximadamente, en la Facultad de Educación, ubicada en la Universidad de Concepción, ocurrieron lamentables hechos de violencia hacia compañeras que participan del espacio, lugar que actualmente se encuentra en toma feminista separatista y en el que se trabaja por la seguridad de las mujeres, pero en realidad existen graves sucesos que atentan contra nuestro espacio y cuerpos. A continuación, relatamos los acontecimientos ocurridos aquella violenta noche:
<<Con mi compañera nos disponíamos a ingresar a la Facultad de Educación, cuando nos percatamos de que había un grupo de tres hombres bebiendo en las escaleras de la toma. Decidimos por motivos de seguridad solicitarles a los sujetos que abandonaran el lugar, puesto que, no permitimos que hombres beban ahí. En ese momento, uno de los agresores se levanta y nos amedrenta con su enorme cuerpo, nos sigue y violentamente toca mi trasero, nos persigue acorralando a mi compañera en un árbol y manoseándola en reiteradas ocasiones. Nosotras sólo podíamos gritar pidiendo ayuda pero nadie escuchaba, hasta que justo llegaron tres conocidos que nos prestaron ayuda derribándolo. Los dos acompañantes del abusador huyeron y el sujeto después de recibir nuestra rabia se alejó en dirección a la población Agüita de la Perdiz. Cabe destacar que cuando el sujeto arranca yo desde la calle veo a una señora en su balcón mirando todo lo acontecido, y le grito entre llantos y con rabia ¿Por qué no hizo nada?, y ella con tono despectivo nos responde que “nosotras lo andábamos buscando”, un claro acto de misoginia. Después de lo experimentado decidimos ordenar ideas y sentimientos para continuar con nuestras vidas de la forma más normal posible, pero seguíamos con miedo, seguíamos con rabia, temíamos tropezarnos con este sujeto en algún lugar de Concepción>>.
No conforme con lo anteriormente relatado, durante el día martes 19 de junio del 2018, el agresor descaradamente se pasea por nuestra facultad, y es reconocido por una de las movilizadas, luego es buscado por diferentes lugares de la Universidad de Concepción, finalmente el acosador es encontrado en Ingenería, en compañía de una mujer. En ese momento, no dudamos en enfrentarnos al despreciable humano, quien se arranca y se esconde cobardemente en el departamento de Ingenería en Materiales. En este lugar, el abusador Cesar Herrera Celedon asume que comete los abusos, señalando que había tenido que cometer tales actos por un “desafío de amigos”. Al preguntarle su nombre, señala una falsa identidad. Es obligado a mencionar los nombres de los sujetos con quienes se encontraba, revelando a un tal José Antonio y Leonardo Pereira, estudiante de derecho del IPP, datos que aún no podemos afirmar. Sin embargo, la gravedad del asunto no llega hasta allí, pues ocurren hechos que denunciamos tajantemente, ya que nos negamos a comprender el actuar tanto de los guardias de la Universidad, como también de funcionarios y funcionarias de la misma, quienes no sólo no empatizaron con la causa, sino que también, no dudaron en cuestionar nuestros mecanismos de autodefensa feminista, poniendo en tela de juicio el carácter y modo de proceder de nosotras, pidiéndonos que nos calmáramos como si dejar este tipo de actos en la impunidad fuese una opción de la que no dependieran nuestras vidas. De esta forma, la institución representada en aquellas personas, defendió y encubrió al abusador sexual de nuestras compañeras, ante nuestros ojos y en nuestra injusticia, al mismo hombre que de no ser detenido aquella noche, comente un acto directo de abuso sexual hacia dos de nuestras irremplazables compañeras de lucha. Reiteramos nuestro descontento contra la cultura de la violación, la que sin duda considera el fenómeno del encubrimiento desde la institucionalidad, en el momento que los guardias de la Universidad acuden en la inmediatez a proteger a un supuesto docente, sin siquiera comprender el malestar que nos auto-convocaba. Luego llamando sin nuestro consentimiento a otra institución de control social, hablamos de los innecesarios Carabineros de Chile, que como mujeres repudiamos porque sólo se han dedicado a detenernos y burlarse de nuestra importante lucha por el feminismo, y por ello, desmitificamos la creencia de que en situaciones de vulneración hacia nosotras debamos esperar su protección, cuando en realidad sólo operan de manera patriarcal en servicio del estado y cúpulas empresariales, tal como se demostró el día de ayer, cuando el abusador es liberado por la policía tras el procedimiento, sin siquiera ser pasado a fiscalía, por una supuesta licencia psiquiátrica, quedando en plena libertad de tránsito. Mientras que, nosotras fuimos no sólo las agredidas sexualmente, sino también fuimos apaleadas y reprimidas por las fuerzas especiales, no bastando con aquello, también fuimos cuestionadas y agredidas verbalmente por funcionarios y funcionarias de la Universidad en la que estudiamos y en la cual al parecer, menos podemos seguir confiándole nuestra protección cotidiana, ya que los hechos evidenciados así lo plantean directamente"
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