La tendencia representada por Pablo Padilla y Marisol Céspedes, Consejeros políticos de la colectividad, apuestan a un giro Frente Amplista real en Revolución Democrática y a una “rayada de cancha” para los sectores y dirigentes más proclives a generar acercamientos electorales con sectores de la ex Nueva Mayoría. Para el último trimestre de este año, los “Comunes” esperaban una instancia de diálogo en materia ideológica para RD. No obstante, y al no presentarse la posibilidad de generar el anhelado Congreso Ideológico, la tendencia se ha propuesto utilizar los espacios que ha entregado el Congreso Estratégico RD 2018 para consolidar (institucionalmente) el compromiso por fortalecer el Frente Amplio en crecimiento orgánico, gestión local, regional, y parlamentaria, así lograr posicionar a esta naciente coalición como
líder en los procesos de democratización política y participación vinculante, dejando en claro que es necesario “nutrir las confianzas y madurar políticamente para ser un referente incuestionable”. Uno de los temas sensibles para el debate en la colectividad es la relación entre RD, FA y los partidos de la Ex Nueva Mayoría. En relación a esta delicada discusión, “Los Comunes” afirman en un documento llamado “Barrio Común” que fue importante la función cumplida por estos partidos en el proceso que devolvió la democracia a Chile, existiendo respeto en su justa medida. No obstante, afirman que
no se puede esconder la responsabilidad que estas instituciones tuvieron ante la deslegitimación de la política en Chile y la consolidación de un modelo económico neoliberal instalado por la dictadura, teniendo muy presente que el financiamiento irregular de sus campañas políticas, sumado a la cercanía y usufructo que muchos de estos partidos mantenían con empresas cuestionadas en nuestro país, malas prácticas, matonaje y clientelismo hicieron que la población chilena “aborreciera” la gestión política en todas sus dimensiones. Ante esto, desde el sector sostienen que las relaciones con los partidos de la ex NM deben subordinarse a acuerdos en los casos que sean necesarios
para generar mayorías en el congreso y sumar fuerzas ante propuestas radicalmente transformadoras, siempre y cuando (y como condición insalvable) no se apele al principio de “en la medida de lo posible”. A su vez, “Los Comunes” proponen
limitar con claridad el acercamiento (como institución) para no caer en la articulación electoral vía acuerdos herméticos (popularmente llamadas cocinas)
, dado que, toda definición en miras a las elecciones municipales y nacionales, debe pasar por un acuerdo amplio en el FA y por el cedazo de los
procesos democráticos abiertos, que han dado resultados esperanzadores en Chile (primarias legales y/o Ciudadanas). Bajo el marco de las próximas elecciones municipales, en la tendencia más joven de RD argumentan que “la posibilidad de segunda vuelta está más lejos que cerca de ser una realidad. Al no existir acuerdos políticos en el parlamento para reformar dichas condiciones, no podemos engañarnos ni esperanzar a la ciudadanía. No obstante, hay estar conscientes que el peligro de posicionar a la derecha en varios municipios por la disputa de dos o más referentes de la centro izquierda, no solo es latente y cercano, sino que su materialización pavimentará el camino para una eventual nuevo mandato de la derecha”. Aun así, según comentan en el documento, para este grupo de militantes “
la omisión no es el camino al existir candidatos competitivos en comunas específicas”. En sus palabras:
“…Lograr competir y ganar la administración de gobiernos locales es una herramienta vital para demostrar capacidades de gestión y madurez política. Confiamos que los gobiernos locales bajo nuestras administración, nos posicionarán como referentes nacionales en gestión eficiente, transparencia y participación. fortaleciendo la confianza que nuestras vecinas y vecinos nos han entregado, dejando en claro que nuestro partido y coalición son instituciones preparadas para enfrentar los grandes desafíos a nivel nacional. Pero -ante la ansiedad electoral- no podemos prescindir de nuestros principios fundantes. La nueva política debe nutrirse de instancias democratizadoras y RD debe ser un ejemplo para Chile y los partidos políticos en esta materia. Promover la ejecución de las primarias ciudadanas y/o legales, nos invita a construir nuevas formas no tradicionales de hacer política, con mayores opciones de crecimiento y participación.…” Según la tendencia, RD y FA deben posicionarse como los
líderes nacionales en la promoción de primarias (ciudadanas y/o legales) y programas ciudadanos participativos. Llevar a cabo estas dos herramientas democratizadoras debe ser el único tema de conversación si se llegase –como partido y coalición- a “evaluar posibles acercamientos” con otras colectividades de centro-izquierda, en miras a las próximas elecciones municipales, dejando de manifiesto que la elección de candidatos no puede pasar por una cocina entre las cúpulas de la centro izquierda chilena y, menos aún con la participación de RD y FA.
La omision pactada no es el camino. Por otro lado, apuestan a estrategias de posicionamiento para líderes locales y facilitar el crecimiento institucional en todas las regiones y comunas donde RD mantiene presencia. Como destaca el documento “Nuestro Barrio”: “…
En las comunas donde la administración recae en sectores de centro-izquierda no frenteamplista, debemos ser claros y responsables con nuestros principios. De no existir la disposición política para generar primarias legales o ciudadanas en comunas con un robusto trabajo frenteamplista y fuertes liderazgos locales, no debemos desechar la oportunidad de disputar…” En “Comunes” dejan de manifiesto que es difícil e infantil pensar que en comunas donde existen alcaldes posicionados y con trayectoria, exista el interés de pactar omisiones que favorezcan a las cartas frenteamplistas, tampoco lo desean. Es por esto que el rol de RD y el FA debe ser el
generar las condiciones y tensionar a la clase política de centro izquierda para que las primarias y programas participativos sean el centro del debate.
