El pasado jueves en la noche, un funcionario de Carabineros dio muerte a un hombre en San Ramón,iniciando un caso que hasta ahora tiene versiones contrapuestas. El hecho ocurrió dentro del Servicio de Atención Primera de Ugencia (SAPU) en la población La Bandera. Allí, el hombre de 24 años recibió uno de los tres disparos que efectuó el uniformado en "defensa personal". Según información otorgada por el jefe de Zona de Tránsito y Carreteras, Jorge Valenzuela: "Carabineros salen al exterior tras una riña y, en ese intertanto, mientras uno de los carabineros está separando a las personas de la riña, aparece un tercer individuo que efectúa un disparo contra los familiares". Tras esto, el funcionario se habría identificado para luego perseguir a la persona, momento donde se efectuó el disparo de la víctima. En consecuencia de esto, el oficial disparó tres veces contra la persona, hiriéndolo con una de esas balas. La situación terminó con la víctima trasladada al Hospital Padre Hurtado, lugar donde falleció producto de la herida de bala. El carabinero que efectuó el disparo, pertenece a la 31a Comisaría de Carabineros y quedó en calidad de víctima "de homicidio frustrado a carabinero en servicio". A pesar de esto, se abrió un sumario que investigará la muerte del joven. Lo sucedido ha tenido varias versiones. Vecinos y testigos presentes en el lugar del incidente entregaron informaciones que se contradicen a las oficiales. Según los presentes, el joven nunca disparó, porque no tenía ningún arma de fuego. Por esto, denuncian que carabineros actuó de forma desmedida al momento de dispararle a quemarropa.Además, desmienten que el carabinero le haya brindado ayuda al joven. La versión de los testigos y vecinos ya fue entregada al Ministerio Público y la Brigada de Homicidios de la PDI está a cargo de la investigación. Este caso es el segundo en menos de siete días, donde un oficial de Carabineros da muerte a una persona en calidad de "defensa personal". El pasado sábado el subcomisario y funcionario de la Brigada de Robos de San Antonio, Ernesto Morales, utilizó su arma de servicio contra cuatro jóvenes, dando muerte a tres de ellos en un enfrentamiento.