La evidencia con fotografías de la mentira del Gobierno Estadounidense. En Venezuela la tensión es máxima. Esta vez, la vicepresidente ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, denunció el sábado la acción de "falso positivo", gestionada por la Administración estadounidense, en el puente Francisco de Paula Santander (en la frontera con Colombia), en concreto, hacía alusión a la quema de un camión cargado con sospechosa "ayuda estadounidense". "¡Tus golpistas y terroristas quemaron la falsa ayuda humanitaria e intervencionista en territorio de Colombia!", señaló la titular venezolana en una publicación en Twitter en el que anexó una fotografía que muestra la realidad de lo ocurrido, y con un mensaje al legislador republicano por el estado de Florida, Marco Rubio, a quien catalogó como un "mercenario vulgar". Rodríguez fue categórica y desmintió las graves acusaciones de Rubio, que a través de comentarios publicados en Twitter culpó a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) de incendiar el camión. https://twitter.com/DrodriguezVen/status/1099445147513876480 En la fotografía publicada por Rodríguez se ve que el camión en llamas se encuentra en el lado más cercano a la parte colombiana del puente y lejos de los efectivos de la GNB, hecho que, según Caracas, evidencia que el vehículo fue quemado en el lado colombiano, con la asistencia de agentes de estadounidenses. Jorge Arreaza, el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, se sumó a la denuncia en una publicación dirigida al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, "el especialista de la CIA en falsificar escenarios", sentenció. https://twitter.com/jaarreaza/status/1099523468071030784 "@SecPompeo y sus sicarios están desesperados por fabricar un pretexto para la guerra. Hoy la operación le salió mal. Si quiere ubicar a quienes quemaron el camión con falsa ayuda humanitaria, que lo busque entre sus asalariados", agregó Arreaza. La guardia fronteriza venezolana impidió el mismo sábado el ingreso de camiones presuntamente cargados con "ayuda humanitaria", catalogada por el Gobierno de Nicolás Maduro como un "show mediático" para entregar armas a la oposición y promover una intervención en el país bolivariano.
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