Cuando se estabilizó, miró por la ventana a un hombre apuntándole. Relató que “lo primero que hice, fue agarrarle la manito a mi mamá y pensé: ‘me va a matar’ (…) eran todos súper violentos (…) miraba a este tipo a los ojos, no le pude sacar la mirada”. Para su seguridad, justo sus dos amigos que viajaban con ella eran policías, por lo que se bajó del vehículo con sus armas de servicios para detener a los asaltantes.
La policía le informó que “son cabros chicos, no se puede hacer mucho y no tenía antecedentes, entonces, bueno… cualquier cosa, aquí estamos”. La cantante condenó de esta forma la delincuencia del país e insistió a las autoridades a que deben hacer algo para evitar los “portonazos”.