“A todos nos pasaron cosas con el dueño. Cosas simples, subía uno la escalera, le agarraba al trasero. A otras personas le agarraba los genitales”, sostuvo un compañero de José, que agregó que soportaban estas situaciones porque “los premios que entregaban era súper grandes”. Argumentó que mientras el empresario abusaba de él, sus compañeros no lo defendía para cuidar el trabajo, y no fueran despedidos. “Cuidábamos la pega y era otro la víctima, no era uno“, dijo.
Otro trabajador sostuvo que al empresario le gustaba grabar las humillaciones. “Pedía que lo grabáramos, porque él se deleitaba con eso. Lo pasaba bien con eso, cuando estaban grabando, cuando estaba aburrido, se entretenía con este otro (en alusión a José)”, indicó otro trabajador. Uno de los episodios que más recuerda José fue el día de su cumpleaños. “Mi cumpleaños cayó un día sábado y me llaman que fuera al segundo piso. Ah yo dije ‘es una sorpresa’. Cuando entré él estaba atrás de la puerta, cerró la puerta y se me tiró encima. Entre todos, por orden de él, me sacaron la ropa. Y me hizo correr, pegándome con un cinturón, con la hebilla. Y fue tanto el dolor en mi espalda que ahí fue cuando me oriné. Me agaché y recibí el latigazo… y ahí me oriné de puro dolor”, relató. Hace dos años fue denunciado este hecho, pero hasta el momento la justicia no ha actuado.