Durante la madrugada, desconocidos incendiaron la estatua del Negro Matapacos que estaba en Plaza Salvador, pero la gente la revivió en pocas horas.
Un repudiable hecho quedó al descubierto este miércoles cuando en horas de la madrugada un grupo de desconocidos incendió la estatua dedicada al recordado perro Negro Matapacos.
La obra hecha con papel maché y que le rinde tributo al ícono de este despertar social quedó ubicada en la Plaza Salvador y era fotografiada por todos los que pasaban.
Por eso causó tanto repudio el hecho vandálico que sufrió durante la madrugada, dejándola convertida en cenizas. Eso sí, duró muy poco en ese estado.
Esto, porque los mismos transeúntes comenzaron a recolectar flores y hojas para reacer la estatua, así fue como el Negro Matapacos volvió el gloria y majestad y más hermoso de cómo estaba antes de ser incendiado.