El quiebre en Chile Vamos podría tener consecuencias históricas y dar paso a la aprobación del retiro del 10% de las pensiones.
Sebastián Piñera ha perdido prácticamente todo el control de su gobierno, y los parlamentarios de su sector le están dando la espalda en el proyecto del retiro del 10% de las pensiones, y que tiene al mandatario entre la espada y la pared.
Es en este contexto en que el senador de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Iván Moreira, tiene la llave para dejar en el piso a Piñera, ya que anunció que está dispuesto a asumir consecuencias personales en su votación en el Senado sobre este proyecto.
La autoridad aseguró en entrevista a 24 AM que «si tengo que votar a favor, lo haré a favor del retiro de los fondos», explicando que el Gobierno «tiene la obligación de responder a las urgentes necesidades de la población».
«Valoro lo que ha hecho el Gobierno, pero lamentablemente todo es insuficiente (…) Sobre la votación, si hay penas del infierno, las habrá», añadió el parlamentario.
De todas maneras, Moreira señaló que el día previo a la votación dará a conocer su opción, porque «hoy el primer principio es defender la vida y la de los más pobres que están sufriendo». Por lo mismo se refugió en el liderazgo del Alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, manifestando que «la propuesta del Gobierno es mala», e interpeló al edil para que «se manifieste sobre si él fuera senador, votaría a favor o en contra del retiro de fondos».
Sobre la acción de la UDI en llevar al Tribunal Supremo a los parlamentarios que votaron a favor del proyecto en la Cámara de Diputadas y Diputados, Moreira indicó que «no puedo aceptar una amenaza, porque cuando el partido hace esto lo que busca es una expulsión».
Agregó que «es un mensaje claro que si no votamos como corresponde, pasaremos al tribunal». «La UDI es mi familia pero a veces se cometen injusticias, como cuando me castigaron y enviaron a Los Lagos, donde no me conocía nadie peor logré revertir una elección y ser elegido», manifestó.
En relación a la crisis interna del gobierno, subrayó que «le dieron una misión difícil, donde él nunca pensó estar ahí», aseverando que el actual secretario de Estado «no tiene vocación de ministro del Interior».
Para finalizar dijo que»el Gobierno no tiene ninguna línea comunicacional. Tenemos ministros que comentan las noticias o difunden una idea que no convence a nadie».