El senador de la UDI fue sumamente autocrítico con la acción realizada, y que hasta el día de hoy se la recuerdan.
El senador Iván Moreira fue invitado este lunes al matinal de Canal 13, Bienvenidos, quien compartió el set con su amigo, el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín. En los minutos que estuvieron juntos, recordaron algunos episodios del pasado.
Una de las anécdotas que replicaron fue lo que ocurrió en 1998, cuando el parlamentario realizó una huelga de hambre por la detención de Augusto Pinochet en Londres, cuando el juez Baltasar Garzón dictó una orden de detención en su contra desde España.
“Es verdad que hice la huelga de hambre que hice”, contó Moreira. “Fue de cinco días”, agregó.
“Nunca me imaginé ni me di cuenta de dónde yo estaba haciendo la huelga de hambre, porque esa huelga la hice en mi oficina en La Cistena, pero no me percaté que en el primer piso había una fuente de soda donde el menú era el pollo“, expresó..
Moreira argumentó que su acción fue “patético” y dijo estar arrepentido. Recordó que Lavín lo llamó. “Yo llamaba algunos dirigente del partido para decirles ‘yo la verdad es que parece me equivoqué, estoy haciendo el ridículo’“, dijo.
“Nadie me contestaba el teléfono. Adivinen quién me lo contestó: Joaquín“, dijo. “Aprovechó Joaquín de decir ‘¿qué es lo que estás haciendo, Iván?»”
“Le dije, ‘oye, cómo termino esto’. Él único que se atrevió, llegó a mi oficina. Fue él el que me dijo ‘Iván, tú sabes que soy una persona espiritual, pero también soy amigo tuyo, termina esto’, y de alguna manera no es que me haya convencido, me dio razones humanas suficientes de que esas cosas no se hacen“.