El sábado 15 de febrero de este año, Pablo Marín Jara de 38 años fue arrojado al río Mapocho por funcionarios de Carabineros, en el marco de una manifestación en las cercanías de Plaza de la Dignidad.
Por lo que el hombre entregó su testimonio al medio El Desconcierto, donde recordó su caso y el hecho ocurrido este viernes con un joven de 16 años, quien también fue empujado por los uniformados desde el puente Pío Nono.
"Cuando vi el video me puse a llorar, otra vez la misma pesadilla. A mí me tiraron en ese mismo lugar. Si caigo de cabeza muero al tiro. Me quebraron las dos piernas. Quedé cojo, con muletas para todos lados. Tengo la columna resentida y un chichón para siempre. Quedé mal, me cuesta la vida ahora. Todo por culpa de los pacos", partió relatando Marín.
"Hace ocho meses, cuando me tiraron al Mapocho, decidí presentar la denuncia para que hubiera constancia y no volviera a pasar una cosa semejante. Lo terrible es que volvió a pasar. La diferencia es que esta vez lo vio todo el mundo", agregó.
El músico comentó que ese día tras asistir a la manifestación, decidió irse a su casa cerca de las 20.30 horas, por lo que tuvo que pasar por el puente Mapocho para tomar la locomoción: "Hacia abajo había una cuadrilla de pacos de las Fuerzas Especiales, yo seguí caminando y en eso se acerca un uniformado y me dice «¿qué andai haciendo aquí?» y sin más me descarga en mi cara un spray lacrimógeno, creo que era gas pimienta. Me dejó ciego, di unos pasos más como pude y me senté en el suelo porque no veía nada y me ardía la cara, quedé totalmente cegado".
"Después la cosa empeoró, empecé a sentir gritos alrededor mío y gente corriendo. Los pacos estaban dando balazos de lacrimógenas y todo eso. Yo ahí sentí un miedo terrible y caminé apoyado al borde del puente Mapocho, en las rejas de protección. Trataba de abrir los ojos pero me ardía, no veía. Alrededor mío había como una guerra de gritos, disparos y se sentía el ruido del guanaco, cuando de un momento a otro me llega un chorro de agua del guanaco, con tanta fuerza que me volteó y me tiró hacia abajo del Mapocho", continuó.
"Quedé inconsciente, con mis piernas rotas, desperté de madrugada, con mucho frío, con mucho dolor en mis piernas y espalda y en la cabeza tenía un hematoma y me sangraba. No podía pararme y pensaba: acá me voy a morir. Yo andaba sin celular y no tenía cómo comunicarme con nadie, grité pidiendo ayuda. Hasta que llegaron dos jóvenes y me ayudaron, llamaron al Samu y me rescataron con bomberos y me llevaron a la Posta Central", detalló Marín.
"En la Posta Central lloraba de impotencia. Pensaba cómo pueden ser tan malos los pacos. No estaba haciendo nada, me iba a la casa tranquilo. Y tengo amigos que perdieron los ojos, otro con 25 perdigones en el cuerpo. En el hospital estuve al lado del cabro que lo aplastaron los zorrillos", sostuvo.
Finalmente, el artista señaló que en su caso no encontraron ningún registro, sin embargo, "Al que me tiró el gas pimienta si lo reconocería. Me acuerdo como si fuera ayer. Fue el que me jodió la vida".