Los jugadores de fútbol están en numerosas ocasiones en el punto de mira de muchos, debido a su capacidad para generar ingresos que no siempre son bien entendidos, observamos desde cuando están de vacaciones, si juegan a videojuegos, al casino online, si salen de fiesta o si no entrenan lo suficiente. Está claro que la ley de la oferta y la demanda se aplica en este caso como en tantos otros y, por esta razón, podemos explicar con gran sencillez qué hace que fichar a un jugador dispare las cifras del modo en que lo hace.
La clave de todo está en que, si el deportista es capaz de generar una gran cantidad de ingresos a partir de muy diversas vías, el fichaje debe valer los millones que se paga por él.
Riqueza y valoración
Otra cosa evidente para muchos es que el trabajo que realizan los futbolistas no es, ni mucho menos, imprescindible. Aunque para ciertos seguidores la vida se detenga si el fútbol desaparece, la generalidad de la población está de acuerdo en que existe una gran cantidad de profesiones esenciales y de gran especialización que deberían valorarse muy por encima de lo que se aplica a los jugadores de fútbol y, dicho sea de paso, quizá rebajar los sueldos de estos últimos para hacer un mundo algo más equilibrado.
A muchos les cuesta creer que la gran preparación, el talento, la inteligencia y la profesionalización en áreas especializadas de ciencia y tecnología, por ejemplo, no reporten grandes cantidades de dinero a los profesionales más valorados. En comparación, un chico que no sabe demasiado sobre nada, pero tiene un buen toque de balón puede llegar a amasar cifras millonarias sin apenas despeinarse. Es difícil de entender si se enfrenta desde esta perspectiva, sin embargo, el capitalismo nos vuelve a dar la solución a la incógnita: el dinero llama al dinero.
La calidad se paga
Claro está que encontramos muchos factores alejados del deporte que encarecen los precios y elevan las riquezas de los futbolistas. La propia imagen pública de estos deportistas ya es un añadido ya que los contratos publicitarios se posicionan en un nivel de protagonismo cada vez más destacado aportando su grano de arena a todo el conjunto.
A la publicidad se suman los medios de comunicación y su competencia por los derechos de emisión de los encuentros. La gran popularidad de este deporte hace que las cifras que se manejan siempre sean potentes en todos los ámbitos.
Sin embargo, el factor esencial en el tema que nos ocupa es la calidad de los jugadores. El incremento de la competitividad y la búsqueda de los clubes de los deportistas más preparados y destacados hace que los precios se disparen de forma significativa. Esto es así porque el nivel en la calidad de los jugadores es muy alto y no existen tantos Messis o Cristianos como a los aficionados y a los equipos les gustaría.
Así, cuando aparece en escena un jugador de cualidades envidiadas todos los clubes se pelean para tener sus favores. En la elección del equipo los colores están muy bien para la teoría pero, al final, el dinero es la pieza esencial para la toma de decisiones.