La noticia sonó como bomba y en las redes sociales lo replicaron de inmediato.
El sitio Interferencia publicó una noticia que sonó como bomba, la que rápidamente se está viralizando en el país. Allí, dieron a conocer la historia de Alex Cuevas González, un ex líder de una banda de narcotraficantes. Este fue brutalmente acribillado en la entrada de su casa en la Villa Pomerape, un barrio de clase media en Arica.
Teniendo en cuenta lo dictado por el medio, Cuevas era quien tenía un cartel que traía drogas desde Bolivia, Perú y Paraguay. Estas eran utilizadas para distribuir en las ciudades del norte grande. A su vez, tenía antecedentes policiales por homicidio. Dicho homicidio era un ajuste de cuentas entre bandas rivales, según lo que se informó.
No obstante, se supo que el mencionado también era informante de la PDI y tenía trabajo ahí desde 2009, con el detective Patricio Sánchez. De esa forma, destacaron que el narco tenía varios meses recaudando información para desbaratar una presunta red de policías corruptos que estaban en el negocio de las drogas, autos de alta gama y dinero en efectivo con bandas, a quienes le darían seguridad e impunidad.
“Un día decidió no pagar por esa protección y terminó muerto”, fue lo que reconoció Patricio Sánchez, el que sigue activo y cumplió quince años en la institución policial. El detective en cuestión fue asignado a la Brigada Investigadora de Robos de esa ciudad en 2009, donde logró reclutar a su ex compañero de colegio como informante. Dos años después, se llevó consigo a Cuevas.
En 2013, el detective fue trasladado a la Brigada Investigadora de Robos en Valparaíso. Antes de fallecer a tiros, Cuevas puso un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones de Arica en contra de esos funcionarios. Así fue como lo confirmó en su momento su familia y abogado. De todas maneras, todos ellos terminaron presos por asociación ilícita, tráfico de drogas y tenencia ilegal de armas de fuego en enero de 2017.
Por otro lado, fue Sánchez quien realizó una denuncia sobre su propia institución (PDI), quien retuvo las cintas de las cámaras de vigilancia de la zona donde se produjo el asesinato, y en el juicio en contra de los dos hombres que eran los autores materiales del crimen sólo se mostraron algunos fragmentos (era un pequeño lapso de pocos segundos donde se apreciaban imágenes borrosas de los autores de los disparos).