La contradicción es que en una situación similar en Chile, el presidente acusó tener un enemigo interno y le declaró la guerra al pueblo chileno. Hoy Cuba vive un momento histórico.
En Cuba hay un estallido social, producto de la crisis humanitaria provocada por el bloquea contra la isla y los daños que ha dejado el Covid-19. La gente salió a protestar prácticamente por supervivencia y el gobierno cubano respondió con violencia, al igual como en Chile, Colombia y China.
Sin embargo, el gobierno de Piñera salió a respaldar la movilización del pueblo de Cuba muy diferente a lo ocurrido en Chile cuando acusó que había intervención extranjero.
Por medio de la cancillería emitieron un documento que no quedó ajeno a las críticas:
“Ante los últimos acontecimientos que han tenido lugar en Cuba, el gobierno de Chile reitera su convicción de que la libertad de expresión y la manifestación pacífica constituyen derechos humanos que deben ser siempre respetados y resguardados. Estos derechos son parte esencial de toda sociedad libre y democrática”, sostiene la declaración.
Asimismo, señala que “no hay justificación para impulsar medidas represivas que intenten acallar a los ciudadanos que pacíficamente piden mayor libertad, salud oportuna y digna, y mejor calidad de vida”.
“En consecuencia, el gobierno de Chile llama a las autoridades cubanas a no pretender eliminar las legítimas expresiones ciudadanas y a permitir que éstas puedan manifestarse en libertad y sin amedrentamientos”, cierra.