El docente fue desvinculado por ser homosexual y participar en la fundación de un sindicato al interior del establecimiento.
Un colegio particular de Maipú deberá pagar una indemnización de más de $6 millones a un profesor que fue despedido por su orientación sexual. El Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago acogió la demanda del profesional de la educación por vulneración de derechos y discriminación.
Se trata del Colegio El Alba que tendrá que cancelar el monto de $6.081.592 porque "acreditados los indicios de la vulneración alegada (...) ha quedado demostrado que aquella decisión fue motivada en su vestimenta y comportamiento y participación activa en la conformación de un centro de alumnos, conductas que escapan a la facultad de mando del empleador".
Además el fallo indica que, si bien el recinto educacional puede fijar lineamientos, "estos no quedan entregados a su discrecionalidad ni pueden, en modo alguno, transgredir la dignidad de sus trabajadores, especialmente, según también quedó asentado, por su condición sexual y participación en la constitución de una organización sindical al interior del establecimiento".
Los hechos ocurrieron cuando el docente se integró al establecimiento para hacer clases de química en la enseñanza media, pero en octubre de ese año, la jefa de UTP, la directora académica y el orientador le solicitaron cambiar su vestimenta.
Específicamente, al profesor se le pidió que "se vistiera de una forma más masculina pues su manera de vestir no era la adecuada y no se ajustaba al perfil del establecimiento, ya que no aceptaban que un profesor tuviera gestos de gay u homosexual, y su vestimenta llamaba mucho la atención a los alumnos y que los podía mal influenciar".
Mientras el orientador le dijo que "no querían fletitos que mal influencien a los niños, si no finges al menos ser macho te vamos a despedir".
Esto último porque "sus gestos y forma de vestir se asemejaban o dejaban de manifiesto su orientación homosexual y que el colegio no estaba en condiciones de tolerar eso".
Tras la insólita situación, el docente buscó arreglar el tema con algún sindicato en el colegio, pero ante la inexistencia de una organización sus colegas le pidieron guardar silencio para no ser despedido.
Finalmente en febrero de 2020, la directora académica le informó al profesor que no sería renovado su contrato por ser homosexual y participar en la creación del sindicato.
