"Me voy a ir pronto, porque hago conducta y porque tengo fe en el Señor", sostuvo la criminal en Mea Culpa.
Este jueves se emitió un nuevo capítulo de Mea Culpa en TVN, donde Jacqueline Yáñez conversó con Carlos Pinto desde la cárcel femenina de Puerto Montt, lugar en que la mujer cumple condena por los delitos de secuestro simple, lesiones graves, porte ilícito de arma cortante y homicidio frustrado simple.
Hablando por primera vez en televisión sobre el horroroso caso que conmocionó a la comuna de Río Negro en 2017, Yañez partió diciendo en relación a su infancia que «fui violenta desde niña. Hasta el punto de llegar a pegarle a mis compañeros. Peleaba por cualquier cosa, era muy agresiva. Lo más grave que hice fue cuando le piché el ojo a una niña con un lápiz».
La mujer de 37 años fue condenada a 20 años de prisión en 2019, además, una de sus hijas también está privada de libertad.
«Una está aquí en la cárcel. La mayor. Tiene 22 años, está en el módulo de la población penal», contó Yáñez, agregando la mala relación que tiene con ella: «No sé, es que yo tengo mucha rabia contra ella. Siempre quiere ser víctima en todo, no es una buena persona».
Como si fuera poco, justificó su decisión de abandonarla: «Ella no sabe el por qué yo no pude criarlas (...) No me nace darle cariño».
Sobre su tercera hija, una niña de 8 años, la criminal señaló que «a mi hija chiquitita la amo. Cuando me ve, me abraza y me besa. Me dice que me va a esperar y que va a estudiar».
Finalizando la entrevista en Mea Culpa, Yáñez aseguró que «me voy a ir pronto, porque hago conducta y porque tengo fe en el Señor. Yo no pretendo ser evangélica ni católica, mi creencia, lo que yo creo, es mío (…) Yo tengo un cambio, he cambiado mucho».
«Me he comido la comida de muchas personas -como se habla aquí- y no he reaccionado, porque si hubiese sido la misma de antes, pego con lo que tenga», añadió.
Entre lágrimas, la mujer lanzó: «Yo sé que no me van a creer, que me van a juzgar, aquí me van a juzgar las chicas, pero a mí no me importa porque yo estoy contando mi realidad y estoy arrepentida de verdad».
Y tras ofrecer perdón a una de las personas torturadas, la criminal cerró hablando de su pequeña hija: «Yo nunca tuve intenciones de dejarla sola. Yo era una muy buena mamá, nadie puede decir que no lo era. Me refiero a mi hija menor».