Quien arremetió contra Gatica vive la vida como si nada hubiera pasado.
El exteniente coronel de Carabineros, Claudio Crespo Guzmán, quien dejó ciego a Gustavo Gatica, está libre en las calles y viviendo su vida. El acusado por el Ministerio Público de quitarle la vista al estudiante luego de dispararle perdigones en los ojos, el 8 de noviembre de 2019 en las inmediaciones de la Plaza de la Dignidad, armó una empresa y también es activista por violadores de DDHH.
En diciembre del 2021, Crespo informó mediante su cuenta en Twitter la instalación de una empresa de seguridad, dejando en claro que está acreditado para ello por el OS10 de Carabineros, y solicitando ayuda y clientes. Claro, esto fue luego de habérsele dado de baja en el cuerpo policial por lo sucedido con Gatica en el Estallido Social del pasado 2019.
Por lo que se sabe, la empresa Fullclean Security, ubicada en el #2161 de la calle Román Díaz en la comuna de Ñuñoa, Región Metropolitana, es la que creó Crespo. En su directorio participa su esposa, Giovanna Cuneo Guerrero, quien lo acompaña en este proyecto. A su vez, el mencionado dejó el nombre de full clean para su “emprendimiento”, en el que ofrece servicios de seguridad privada a nivel nacional.
Lo sucedido con Gatica, ¿quedó en la nada?
Por otra parte, el pasado 29 de enero estuvo presente en una concentración del movimiento YAAC (Yo Apoyo A Carabineros), lo que se llevó a cabo en el exterior de la Escuela de Oficiales de Carabineros. Esta, ubicada en la Avenida Antonio Varas en Providencia, lo tuvo acompañado del ex líder de la Garra Blanca, Francisco Muñoz, al que aparentemente lo une una férrea amistad.
En esa oportunidad, Crespo reconoció que “me tocó estar enfrentando la delincuencia a diario en Plaza Italia. Los carabineros evitamos que los vándalos se tomaran el poder desde La Moneda, porque estuvimos ahí enfrentando al lumpen”. Como si eso fuera poco, este afirmó que fue "injusta" la pena de 12 años de cárcel impuesta a la teniente coronel (r) de Carabineros, Palmira Isabel Almura Guzmán. Claro, quienes apoyan a Gatica están indignados.