Lo sucedido con Emilio generó todo tipo de comentarios en las redes sociales.
Como era de esperarse, lo que ocurrió con Emilio Sutherland en estas horas fue noticia nacional, quien se viralizó por encarar a alguien. El mencionado fue contra el acusado de prohibir el ingreso a una playa de Pichilemu, en la Región de O’Higgins. Por ese motivo, el empresario Renato Jaramillo dio una entrevista al periodista, pero todo terminó siendo furor.
Parecido a lo que sucedió en Puerto Montt, donde una turista fue expulsada desde un roquerío, el sujeto indicó que se trata de su propiedad privada. Por ese motivo, el rostro de Canal 13, Emilio, no perdió el tiempo y fue hasta la localidad costera, donde justamente se reunió con Jaramillo, además de visitar la playa Mónaco y darse cuenta el complicado camino que hay que atravesar para llegar al balneario. De esa forma, notaron que está lleno de obstáculos y portones que impiden el fácil acceso.
En conversación con Tu Día, el empresario fundamentó sus acciones comentando que “si el Estado estima que tienen que pasar por ahí, tienen que expropiar con una ley, como corresponde y pagar lo que deban pagar”. Claro, en el año 2019, el hombre se hizo conocido después de impedir el paso a la mencionada playa, lo que desencadenó en una compleja situación.
El cruce de Emilio
Todo eso fue lo que causó la reacción inmediata de las autoridades locales. “Lo que se trazó fue una resolución de paso peatonal a pescadores. Peatonal. Ahora, el argumento que son muchos kilómetros, eso es otro problema”, fue lo que mencionó el empresario. Ante esas palabras, Emilio le consultó lo siguiente al respecto: “17 kilómetros. ¿Y cómo van a llegar los pescadores?”.
“Bueno, me importa un coco que camine usted 40 kilómetros para ir a pescar”, contestó Jaramillo. “Señor, Jaramillo, ¿por qué usted desconoce la resolución de 1984 que determina un acceso a la playa?”, le dijo el reconocido comunicador. “Porque cuando se determina eso era una sola propiedad, posteriormente la dueña, mi madre, fallece, y esto pasa a una sucesión la cual se dividió en diez predios, ninguno de los cuales tienen acceso al mar ni limita con ningún bien de uso público en el cual se vea obligado a dar la pasada”, destacó el entrevistado.
“¿Por qué esta resistencia a que la gente ingrese a su predio? ¿Por qué esta vehemencia?”, volvió a insistir Sutherland. Por ese motivo, Renato aseveró: “En primer lugar, porque la playa es una playa no apta para el baño. La fiscalía me tiene acusado de supuesto porte de arma, lo cual es una falsedad, lo que porto es un arma de fogueo”.
