El Superclásico no fue tranquilo para todos, incluso terminando con una muerte.
En estas horas, se viralizó la información sobre un asesinato luego del Superclásico del pasado fin de semana, hecho entre familiares. Claro está que esto causó impacto en redes sociales, ya que la noticia ocurrida durante la jornada del lunes en la toma del sector Los Changos no pasó desapercibida. En la comuna de Coquimbo, Patrick Esteban González Gaete, de 31 años, perdió la vida por diversas puñaladas que le dio su suegro.
"Mi padre llegó hiperventilado. Estábamos ayudando a un vecino a levantar su vivienda y todo iba normal”, fue lo que informó su hija. Luego de la goleada en el Superclásico, la víctima, hincha de Colo Colo, tomó la decisión de bromear a su suegro por el resultado del partido. Eso fue justamente lo que inició la discusión, ya que la otra persona era simpatizante de los azules. Eso lo afirmó otro testigo, según informaron desde el Ministerio Público.
Deespués de esa situación, la discusión fue calentándose cada vez más, entendiendo que se mezcló con otros aspectos de carácter familiar, llegando hasta lo peor e impensado. “Él (víctima) le pegó a mi padre. Luego él (victimario) se dirigió hasta su pieza y sólo minutos después salió con un cuchillo. En ese momento saqué a mi hija del lugar, para que no viera lo que ahí sucedía”, reconoció la hija del imputado.
El Superclásico desató lo peor
Sin quedar ahí, según mencionó un segundo testigo, J.D.F.Z. inició una persecución contra Gonzalez Gaete, hasta que lo alcanzó y le terminó dejando varias heridas cortopunzantes. Estas fueron justamente las que terminaron con su vida. “No se mostró arrepentido. Incluso, dijo ‘yo lo maté y ya está con el Señor’”, expuso la hija del presunto victimario, luego del Superclásico.
Por otra parte, afirmaron que cuando arribó el SAMU hasta el lugar de lo sucedido, se encontraron "con la víctima fallecida”, según reportó el fiscal. “El imputado tiene lesiones, pero son superficiales, no así la víctima, que falleció”, expuso la magistrado. La jueza Figueroa dictó que el imputado “efectivamente representa un peligro para la sociedad”, por lo que le otorgaron de inmediato la prisión preventiva.