La carrera de Rodríguez llegó a su fin, pero de igual modo sigue estremeciendo a los fanáticos azules.
Pocas horas atrás, se dio a conocer que Matías Rodríguez no seguirá jugando al fútbol de forma profesional, lo que entristece. El mismo anunció su retiro, dejando a más de uno con muy buenos recuerdos suyos. Si bien el zaguero dejó en claro que va a colgar los botines una semana después de su salida de Defensa y Justicia, hay algo que dejó sorpresas entre los hinchas de la Universidad de Chile.
“Di un par de vueltas, la estiré, pero la decisión ya está tomada. Quiero estar con mi familia, ya no tenía ganas de jugar por jugar, solo lo hubiera hecho si me llamaba la U y sabía que eso era difícil”, fue lo que le dijo el lateral derecho a En Cancha. Claro, sus palabras se hicieron virales de inmediato, teniendo en cuenta que ya no continuará dentro de los campos de juego.
En relación a las ganas que tenía por volver al elenco universitario, Matías Rodríguez no perdió el tiempo y reconoció que en enero “estuve muy cerca, viajé a Chile y estaba en el hotel esperando que me digan para hacer la revisión médica. De repente, me pidieron que espere unos días y yo no podía hacerlo”. De todas formas, eso no sucedió y entristeció a varios seguidores suyos.
El adiós de Matías Rodríguez
Más allá que no pudo volver a jugar en los azules este año, el argentino nacionalizado chileno reconoció que la Universidad de Chile es “algo tan simple como mi casa. El lugar donde mi familia y yo más cómodos nos sentimos y donde pude explotar mi potencial al máximo”. Sobre su futuro, Matías Rodríguez expuso que piensa en entrar al mundo de la dirección deportiva y no deja de lado volver al club de sus amores con este nuevo rol.
“Claro que me gustaría. Me parece que el puesto de director deportivo es fundamental. Que esa persona tenga un objetivo claro, de manera conjunta con la dirigencia. Que esté constantemente pensando en mejoras para el club y buscando soluciones para posibles problemas”, sentenció el ahora exjugador de fútbol, quien supo ganarse el corazón de muchos aficionados en el tiempo que lo hizo.
