La llave francesa es una herramienta de acero de gran resistencia y dureza. Está conformada por una pieza metálica fija y otra pieza móvil que se ajusta a través de un hilo. Dentro sus principales tareas está realizar el ajuste de tornillos y tuercas de diferentes tamaños.
La abertura de la llave francesa la vuelve una pieza versátil y muy funcional, porque se emplea una misma llave para una sola actividad con una gran variedad de tamaños y medidas. Es ideal para el montaje de tornillos y tuercas de cabeza hexagonal.
¿Por qué tener en casa una llave francesa?
Las llaves francesas facilitan los diversos trabajos que surgen en el hogar, por lo que se vuelve una aliada extraordinaria para arreglar cualquier desperfecto que surja. Es que gracias a la rueda que incluye se puede regular el diámetro y cambiar el tamaño de la llave para usarla en diversos desperfectos.
Cabe destacar que su uso no es exclusivo de la casa, sino que también es de mucha ayuda en otros sectores como la mecánica, la herrería, la plomería y la cerrajería.
¿Cómo usar la llave francesa? 2 simples pasos
Usar una llave francesa es en realidad muy sencillo si se toman las indicaciones adecuadas. Primero tendrás que ajustar la mordaza para obtener la abertura de la boca de la llave que vayas a utilizar.
En segundo lugar, tendrás que ejercer la fuerza desde el mango para conseguir el giro deseado, que dependerá de cuánto necesitas aflojar o apretar una pieza.
Tamaño de la llave francesa
Antes de comprar esta herramienta debes fijarte en su tamaño, ya que de este factor dependerá el uso que vayas a darle.
Este se define en pulgadas. Las que se usan para el hogar cuentan con medidas de hasta 14” ya que son económicas, ligeras y caben en cualquier sitio sin estorbar. Si lo que requieres es un trabajo más especializado o profesional, la medida indicada es la de 18”.
¿Qué partes tiene una llave francesa?
Mecanismo de apertura y cierre
Consiste en un engranaje que gira para controlar el movimiento de la mordaza móvil por medio del cierre.
Mango
Es un elemento importante para la elección de tu llave francesa, ya que de la longitud del mango dependerá la fuerza que podrás ejercer. Su tamaño y longitud tendrá que ver con la comodidad que sientas al usarla.
Mordaza móvil y mordaza fija
La mordaza móvil es la parte que se desplaza para la apertura del cierre, mientras que la mordaza fija es la parte de la llave que no se mueve.
Seguridad
Al realizar cualquier trabajo es fundamental que tu seguridad sea una prioridad. Por eso, es importante que identifiques algunas medidas para garantizar reparaciones libres de accidentes.
Ajuste correcto
Al colocar una llave francesa en una tuerca, asegúrate de que la boca ajustable esté frente a ti y después jala la pieza nuevamente hacia tu dirección.
Apoyo en el mango
Añadir mayor apoyo al tubo de mango es una idea peligrosa, pues la cantidad de apalancamiento es el máximo que obtienes y no debe ser forzado o rebasado pues podrías lastimarte.
No lo utilices como martillo
Procura utilizar la llave francesa para lo esencialmente indicado, ya que puedes dañar su estructura y el material que deseas reparar.
Guarda tu herramienta
Aunque no es una herramienta punzocortante, requiere de cuidado en su manejo. Si tienes pequeños en casa, lo mejor será mantenerla alejada y en un lugar seguro.
2 cuidados claves para tu llave
1.No la mojes
Evita que tenga contacto con el agua. En caso de que se moje, sécala inmediatamente para evitar oxidaciones.
2.Mantenla engrasada
Esta herramienta debe permanecer engrasada constantemente, pues al tener secciones móviles es más propensa al desgaste por el paso del tiempo y el uso.
Ahora que conoces todo sobre la llave francesa, sus partes, cómo usarla y cómo cuidarla, ¡estás listo para adquirir la tuya!
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