El crimen de
Luis Felipe Bejares,
activista de la Corporación Santa Eugenia, consternó al país y generó todo tipo de duda en estas horas. El mismo pertenecía a la comunidad de cultivo colectivo de usuarios y usuarias medicinales de cannabis, en el sector Rincón de Yáquil, en la comuna de Santa Cruz, Región de O’Higgins. Mediante un comunicado, la Bancada Transversal de Regulación por la Paz repudió el asesinato y dio detalles del homicidio. "Cuatro individuos disfrazados de PDI hicieron ingreso al domicilio con aparente intento de realizar una quitada de cannabis. Felipe fue atacado con un arma de fuego al interior de su casa, resultando gravemente herido, siendo trasladado hasta el hospital local por su esposa Catalina y su suegro, donde lamentablemente y pese a los esfuerzos médicos desplegados, falleció", comenzaron diciendo desde la bancada de parlamentarios de Socialismo Democrático, Apruebo Dignidad e independientes. Por otra parte, sobre el
activista fallecido también dijeron: "A
Felipe le arrebataron su vida y en el mismo hospital, Catalina, fue arbitrariamente detenida por carabineros; fue liberada durante la tarde, gracias a la rápida intervención de la Defensoría Penal Pública. Ante este suceso, les mandamos nuestras sinceras condolencias a su familia, amigos y cercanos. El 14 de marzo fue aprobada en el Senado y despachada a ley la llamada Ley Antinarco, que fortalece las herramientas para la persecución del crimen organizado e incluye una indicación que protege el autocultivo de cannabis con fines medicinales".
¿Qué sucedió con el activista?
"Sin embargo, esta ley no ha podido ser promulgada, ya que parte de la derecha la llevó al Tribunal Constitucional. Se debe avanzar de manera decidida hacia nuevos marcos regulatorios sobre el uso, la producción, el cultivo y el abastecimiento de las distintas sustancias, partiendo por supuesto por el cannabis. Mientras más tardemos en implementar nuevas medidas, como lo son las políticas regulatorias, más complejo será el escenario, ya que favorece principalmente al narcotraficante y perjudica a la comunidad, incluyendo a las y los usuarios medicinales del cannabis", expusieron. Para continuar, agregaron: "Lamentamos que los pacientes sean víctimas de la delincuencia". Junto a eso, en Twitter, la diputada Marisela Santibáñez comunicó que "el mismo dolor se siente por cualquier ser humano que muere en manos del narcotráfico haciéndose pasar por Policía de Investigaciones, utilizando distintivos de la institución, dando muerte a Felipe Bejares a cargo de la comunidad de usuarios medicinales en Santa Cruz". La diputada Ana María Gazmuri avisó que "estamos con el corazón roto. Mataron a
Felipe, paciente y activista, padre y esposo, querido por la comunidad entera. Fueron los narcos, disfrazados de PDI. Esto ocurre cuando actúan en impunidad, sabiendo que si víctimas piden ayuda, serán ellas las detenidas. Basta ya". Claramente el caso del
activista asesinado deja mucho para debatir.