En el caso del
cabo Daniel Palma, quien fue asesinado por malvivientes, un
militar chileno reveló datos no expuestos hasta el momento. Cabe recordar que el vehículo que conducían los sospechosos era arrendado por Luis Lugo Machado, el que originalmente estaba autorizado para usarlo como herramienta de trabajo en Concepción. No obstante, el vehículo es propiedad de un miembro activo del Ejército, identificado como
Boris Medina, quien pertenece al Regimiento de Caballería Nº 3 Húsares de Angol. En la audiencia, filtraron el testimonio de este sujeto. "Él señala que es un
funcionario del Ejército y que ‘Carabineros, a las 22.20 horas del mismo día (del homicidio), lo estaban buscando porque le tenían que tomar declaraciones’. Dice que él es dueño de tres vehículos", destacó el fiscal. "Dice que le entregó a cargo ese vehículo ‘a un conocido que tengo en la ciudad de Concepción. Desconozco mayores antecedentes de él, lo conocí por medio de un grupo de WhatsApp, con el fin de que este lo trabajara como Uber, acordando un pago de manera semanal’", agregó.
Detalles del militar
Tras eso, el
funcionario del Ejército reconoció que "en el mes de mayo de 2022 le entregué un segundo vehículo, lo manejaba un sujeto de nacionalidad venezolana, desconozco antecedentes. En enero de este año le entregué un tercer vehículo. Este conocido me señala que el auto Chevrolet se lo iba a entregar a un sujeto de nacionalidad venezolana. Solo me dijo que este tipo trabajaba con un abogado en Concepción. Ese sujeto le pagaba a mi conocido y este tipo me pagaba a mí. Algo así como un subarriendo". "Hasta el 12 de marzo me pagaron sin ningún tipo de complicación, luego del 20 de marzo me avisó que este venezolano quería pagar de manera mensual. Luego de eso, un día sábado, vía Messenger de Facebook, me habló una mujer, señalándome que mi vehículo se encontraba botado en la calle Coquimbo con San Francisco, comuna de Santiago, y me envía fotos. Llamé a mi conocido, le pregunté por qué estaba en Santiago y me dice que el auto lo mantenía un venezolano de nombre Carlos, pero que no le contestaba el teléfono", dictó el
militar. Por último, el
militar Boris Medina aprovechó para comentar que insistió "hasta que me contestó. Me dice que se había ido a Santiago a ver a un primo y que había dejado el auto estacionado en la cale. No sabía que había feria, por lo tanto lo iba a ir a sacar de inmediato e iba a responder por los daños". Dicho testimonio va de la mano con lo expuesto por el sujeto que actuaba como intermediario, quien además buscaba a las personas interesadas en trabajar estos vehículos en la capital penquista.