El sueño de
Chile de albergar el
Mundial 2030 se ha desvanecido, dejando un sabor amargo en el país tras el anuncio de que Uruguay, Argentina y Paraguay serán las sedes del torneo. El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, fue el encargado de dar la noticia a través de sus redes sociales y una posterior entrevista, sumiendo a Chile en la desilusión. Recientemente, Ignacio Alonso, presidente de la Federación Uruguaya de Fútbol, reveló un detalle significativo que arroja luz sobre el proceso de selección y la percepción que tenían otros países involucrados respecto a la postulación chilena. Alonso compartió que tuvo una conversación con Domínguez, en la cual se discutió el estado de la postulación y las perspectivas electorales. "El sábado me llamó Domínguez. El tenor de lo que hablamos no lo compartí con nadie. La perspectiva desde lo electoral era negativa, 107 votos contra 211. Cuando Marruecos se unió, ya veíamos que no era posible tener el
Mundial 2030", explicó en diálogo con Radio Sport 890.
Enojo por no estar en el Mundial
Esta revelación pone de manifiesto que la decisión de excluir a
Chile de la organización del
Mundial 2030 ya estaba en conocimiento de los dirigentes uruguayos, argentinos y paraguayos desde hace días. En contraste, el presidente de la ANFP, Pablo Milad, y el Gobierno chileno se enteraron de la noticia el mismo día del anuncio. Alonso también destacó que, aunque lo deseara, no podía haber una designación directa del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, debido a que después del FIFA Gate, este tipo de decisiones están en manos del Congreso de la FIFA.
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