En los minutos finales del partido disputado en Ñuñoa, la Universidad de Chile acariciaba la oportunidad de clasificar a la Superfinal por el título contra Colo Colo. Un gol de Leandro Fernández, tras una brillante jugada individual y un remate con la zurda desde el borde del área, parecía darle el pase a la definición tan esperada.
La celebración en el estadio fue efusiva, con Fernández y sus compañeros corriendo hacia la hinchada mientras los jugadores de Everton protestaban con vehemencia, lo que resultó en expulsiones por reclamos desmedidos. Sin embargo, la euforia pronto se transformó en incertidumbre cuando el VAR intervino para revisar una posible infracción al inicio de la jugada. Junto con eso, los aficionados de Colo Colo explotaron de alegría.
La acción en cuestión ocurrió en una salida de Everton, donde un jugador viñamarino cayó al suelo tras un contacto con Marcelo Morales. En primera instancia, el árbitro Francisco Gilabert permitió que el juego continuara, lo que llevó al gol que ponía a la U. de Chile en ventaja por 2-1. Pero tras la revisión en el monitor, Gilabert anuló el tanto y sancionó falta de Morales, desatando la controversia en el estadio.
Colo Colo festejó tras el gol anulado
La decisión fue un golpe duro para los dirigidos por Gustavo Álvarez y generó un debate encendido. Marcelo Morales, además, fue expulsado al cierre del encuentro, lo que aumentó la frustración del equipo y de los aficionados. Muchos seguidores reclamaron que la falta cobrada era parte de una disputa normal de juego, lo que avivó aún más las críticas hacia el uso del VAR.
El resultado final y la polémica decisión dejaron a la Universidad de Chile sin la ansiada final, mientras los hinchas lamentaban también las claras ocasiones perdidas por Luciano Pons y el Chorri Palacios, oportunidades que podrían haber cambiado la historia del partido y las esperanzas de título para el club. Por esto, Colo Colo gritó campeón del fútbol nacional.
