Durante el Superclásico del fútbol chileno entre Colo Colo y Universidad de Chile, un hincha de los albos murió en el Estadio Monumental. El fanático del "Cacique" perdió la vida tras caer del techo del recinto deportivo, mientras intentaba trasladarse a otro sector.
Por la gravedad del hecho el partido debió suspenderse, pero ello no ocurrió. Según informó En Cancha, la Delegación Presidencial solicitó no disputar el segundo tiempo, ya que no se cumplían las condiciones mínimas de seguridad tras el trágico deceso.
El citado medio indicó que la postura de la delegación era suspender porque "era imposible ignorar lo sucedido y continuar con normalidad".
Sin embargo, agregaron que desde "Colo Colo y la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) presionaron para que el partido continuara, aun cuando la Delegación Presidencial tiene todas las atribuciones para decretar la suspensión".
Quienes lograron persuadir a la Delegación Presidencial, con la excusa de que una eventual suspensión podría desencadenar mayores problemas, fueron Yamal Rajab, gerente de la Liga de la ANFP; Felipe de Pablo, gerente de Operaciones de la ANFP; y representantes de Colo Colo.
"En el segundo tiempo, una decena de guardias tácticos ingresaron al sector Arica, donde se encuentra la Garra Blanca, con el objetivo de reforzar la seguridad y prevenir posibles incidentes", concluyó el mencionado portal.