Eduardo Vargas ingresó en el segundo tiempo en la final de Copa Libertadores entre Atlético Mineiro y Botafogo, convirtiéndose rápidamente en protagonista ya que a los tres minutos de su presencia en cancha anotó un verdadero golazo de cabeza.
En el primer tiempo, el equipo de Río de Janeiro se impuso por dos a cero, pese a tener una temprana expulsión. Y pese a no dominar el encuentro, aprovechó un juego de contragolpe para sorprender al Atlético.
Eduardo Vargas vive un renacer en el fútbol brasileño, luego de convertirse en pieza fundamental de la selección chilena de la mano de Ricardo Gareca, dándole protagonismo y una titularidad indiscutida.
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