Una nueva señal de tensión ha surgido en la relación entre el técnico de Universidad de Chile, Gustavo Álvarez, y la dirigencia de Azul Azul. Las alarmas se encendieron luego de una reciente declaración del entrenador en la que mencionó que el final de la temporada será el momento "cuando termine mi ciclo", una frase que, según reportes, subraya una creciente distancia con la concesionaria.
Este quiebre latente entre el estratega y los directivos es un tema que ya genera inquietud en el club, de acuerdo a lo reportado por Cooperativa Deportes. Dicho medio sostiene que la fricción se ha visto marcada por dos factores clave en los últimos meses. Por un lado, la fallida llegada del delantero Eduardo Vargas y, por otro, las dos importantes ofertas que el técnico ha recibido, las cuales podrían precipitar su salida de la banca azul.
Respecto a la continuidad contractual, en Cooperativa Deportes se aclaró que Gustavo Álvarez "tiene contrato hasta 2026, lo confirmó Michael Clark antes del amistoso contra River Plate en el verano". No obstante, la situación se complica por las propuestas externas: en los últimos días, el entrenador "recibió dos ofertas y una de ellas es de la selección peruana de fútbol", lo que añade una capa de incertidumbre sobre su futuro inmediato en el club.
¿Gustavo Álvarez está en crisis?
El desgaste en la relación con la dirigencia parece ser un factor determinante. El citado medio asegura que el "desgaste con la dirigencia luego del episodio de Eduardo Vargas, donde dijo en conferencia 'yo quiero a Vargas' y no terminó llegando", es un punto de inflexión. Este tipo de situaciones, donde el técnico no consigue a los refuerzos solicitados, estaría mermando su paciencia en el Centro Deportivo Azul.
En resumen, la situación en el CDA no goza de total calma. La combinación de las ofertas recibidas por Gustavo Álvarez y los episodios de desencuentro con la directiva, como el caso de Vargas, han generado un ambiente de tensión. El técnico, cuya declaración sobre el "fin de ciclo" marcó una distancia pública, tiene ahora el desafío de lidiar con un plantel bajo presión y un ambiente de inestabilidad dirigencial.