El fútbol chileno enfrenta una situación de incertidumbre que ha dejado al técnico de Universidad de Chile en una posición complicada, especialmente en un aspecto crucial. El panorama del deporte nacional ha sido motivo de burla, especialmente después de la suspensión del partido entre los azules y Cobresal, programado para el pasado domingo 18 de febrero, correspondiente a la primera fecha del Campeonato de Primera División.
Ahora, en Universidad de Chile están a la espera de que las autoridades den luz verde para su próximo compromiso contra Audax Italiano, programado inicialmente para el sábado 24 a las 20:30 horas en el Estadio Nacional. Sin embargo, en el sitio oficial del club, el partido aparece con un asterisco y la leyenda "Horario a ratificar por la autoridad".
Esto último sugiere que el tema no está completamente resuelto, especialmente considerando los antecedentes recientes. Esta situación afecta directamente en el ámbito deportivo, ya que el entrenador Gustavo Álvarez tuvo que lidiar con un problema antes del enfrentamiento contra Cobresal, el cual ahora se extiende debido a la falta de acción el fin de semana pasado.
Drama en Universidad de Chile
La complicación principal recae en dos jugadores, Leandro Fernández y Emmanuel Ojeda, quienes están suspendidos desde el torneo anterior y debían cumplir su sanción contra Cobresal, lo cual no fue posible. Dado que la suspensión no especificaba la primera fecha sino "el partido siguiente", ambos jugadores deberán permanecer fuera del equipo contra Audax Italiano, siempre y cuando el partido se lleve a cabo.
Este escenario es más que complejo para Universidad de Chile, ya que con la incertidumbre sobre la realización de los partidos, los futbolistas no tienen certeza sobre cuándo podrán estar disponibles para el entrenador. Si el partido contra Audax no se lleva a cabo, la situación se posterga para el próximo encuentro. Es el panorama que enfrenta nuestro fútbol día a día.
