El presente de Ricardo Gareca al mando de la Selección Chilena está lejos de ser ideal, y el partido contra Brasil podría ser decisivo para definir su continuidad en las Eliminatorias. Ante esta situación, las declaraciones del técnico argentino generaron un tenso cruce con los periodistas deportivos, especialmente con Fernando Solabarrieta, quien no tardó en responder con dureza.
Todo comenzó cuando Gareca, visiblemente molesto por las críticas recibidas, arremetió contra el gremio periodístico en una reciente conferencia de prensa. "No son técnicos, yo soy técnico. No saben, nunca van a poder saber. No son profesionales, hay que ser entrenador para hablar con propiedad", afirmó el estratega, lo que desató la indignación de varios comunicadores deportivos.
Uno de los primeros en reaccionar fue Fernando Solabarrieta, quien utilizó el espacio radial de Marca Personal para lanzar fuertes críticas a Gareca. “Si quieres mostrar disgusto, hazlo con propiedad. Hasta Lasarte sacó a más jugadores que él. A mí los futbolistas me dijeron adentro que no les llega, esto es terminal, está perdido”, afirmó con contundencia el periodista, sugiriendo que el vínculo del técnico con el plantel está roto.
Polémicas palabras de Fernando Solabarrieta
Fernando Solabarrieta continuó su análisis comparando el proceso de Gareca con el de otros entrenadores, en especial con Marcelo Bielsa, actual DT de Uruguay. “Bielsa llegó a Uruguay con un conocimiento total del equipo, sabía del recambio necesario y en Chile hizo lo mismo. Gareca no ha hecho lo que Bielsa logró: dejar un legado. No hay un solo jugador que sea producto de Gareca”, sentenció, cuestionando la capacidad del argentino para generar un impacto real en la selección.
El tenso cruce de declaraciones deja en evidencia el delicado momento que atraviesa la Selección Chilena bajo la conducción de Ricardo Gareca. Con el duelo frente a Brasil a la vuelta de la esquina, el "Tigre" sabe que necesita resultados inmediatos para recuperar la confianza del plantel y del entorno futbolístico. La presión está al máximo y, por ahora, el ambiente en Juan Pinto Durán sigue siendo más incierto que nunca.
