Durante el partido de Colo Colo frente a Fortaleza por la Copa Libertadores, un grupo de encapuchados pertenecientes a la barra brava Garra Blanca (GB) irrumpió en el campo de juego a los 70 minutos de juego. Los manifestantes rompieron las barreras de acrílico que dividen la galería norte del césped, generando caos en el estadio. Ante la situación, los jugadores del equipo brasileño abandonaron el terreno de juego, mientras los futbolistas albos intentaban calmar a los invasores.
La GB emitió un comunicado defendiendo las acciones de sus miembros, vinculándolas con la muerte de dos jóvenes hinchas del club ese mismo día. "El fútbol jamás estará por encima de la vida de las personas", señaló la barra de Colo Colo, responsabilizando a Carabineros por los fallecimientos. Según el escrito, los menores, de 14 y 18 años, habrían sido atropellados por un vehículo policial antes del encuentro.
La organización barrista recordó otros incidentes similares, mencionando el caso de "el Neco", otro simpatizante que perdió la vida en circunstancias análogas. "No es la primera vez que esta institución acaba con la vida de los nuestros cerca del Monumental", denunciaron. Los jóvenes fallecidos, según el texto, "tenían toda una vida por delante para seguir al equipo de sus amores".
La barra de Colo Colo expresó su malestar
En su mensaje, la Garra Blanca exigió que no sigan ocurriendo muertes de hinchas a manos de Carabineros. "Uno va al estadio con la ilusión de apoyar a su equipo y pasar un buen momento. No puede ser que no regreses a casa por ir a ver un partido", expresaron. Además, extendieron sus condolencias a las familias afectadas por la tragedia.
El incidente generó conmoción en el fútbol chileno, no solo en Colo Colo, reavivando el debate sobre la seguridad en los estadios y el accionar policial en eventos masivos. Mientras las autoridades investigan los hechos, la GB mantiene su postura, asegurando que sus actos fueron una respuesta a lo que consideran violencia institucional.
