La llegada de René Orozco a la presidencia de la Universidad de Chile marcó un antes y un después en la historia del club. El destacado médico nefrólogo asumió el mando en noviembre de 1991, en un momento crítico para la institución, que enfrentaba el riesgo de descender. El desafío era enorme, pues el club, pese a su tradición y grandeza, luchaba por mantenerse en Primera División.
Ese año, los azules participaron en la Liguilla de Promoción, enfrentando a equipos como Puerto Montt, Soinca Bata y Everton. Finalmente, lograron asegurar su permanencia en la máxima categoría, en una competencia donde Everton también consiguió salvarse. El club estaba al borde del abismo, pero sobrevivió, sentando las bases para una nueva era.
Con René Orozco al frente y Arturo Salah como entrenador, se inició un ambicioso proyecto conocido como La Nueva U. Aunque el camino no fue sencillo, en tres temporadas el equipo alcanzó un histórico campeonato en 1994, rompiendo una sequía de 25 años sin títulos. Sin embargo, esos años también estuvieron marcados por la hegemonía de su archirrival, Colo Colo, que seguía acumulando trofeos y dominando el fútbol chileno.
René Orozco y un gran recuerdo para los universitarios
A pesar de las mejoras en el rendimiento del equipo bajo esta nueva dirección, los universitarios no lograron clasificar a la Copa Libertadores en las Liguillas de 1992 y 1993. Fue en este contexto que René Orozco pronunció una de las frases más controversiales de su gestión. En una entrevista en el verano de 1994, justo después de que Colo Colo celebrara su título número 19, expresó un mensaje que caló hondo entre los hinchas.
"Si los hinchas quieren trofeos, que tomen la camiseta azul, la metan en un balde con cloro para blanquearla y se vayan a Colo Colo", declaró el dirigente, dejando claro su postura y generando un gran revuelo. Pese a sus polémicas, la figura de René Orozco sigue siendo clave en la historia del club, como el hombre que impulsó la transformación de la Universidad de Chile en un equipo ganador.
