La Supercopa, que debía enfrentar a Colo Colo (campeón local) y a la Universidad de Chile (campeón de Copa Chile), enfrenta una nueva complicación. Tras meses de postergaciones, el partido, programado para el domingo 14 de septiembre con restricciones de público, podría volver a ser pospuesto. La razón es la postura adoptada por el club universitario, que ha advertido a la ANFP que se opondrían a disputar el encuentro si la Conmebol les permite continuar en la Copa Sudamericana.
La decisión de la "U" se debe a una potencial complicación en su calendario. Si la Conmebol castiga a Independiente por los graves incidentes ocurridos en el partido de vuelta de octavos de final, el equipo de Gustavo Álvarez tendría que viajar a Perú para medirse el jueves 18 de septiembre a Alianza Lima. Este compromiso se disputaría solo unos días después de la Supercopa, lo que lo convertiría en un encuentro clave para el resto de la temporada.
Mientras tanto, la delegación de la Universidad de Chile, encabezada por Michael Clark, se encuentra en Asunción, Paraguay, a la espera de la resolución de la Conmebol. El club universitario asume que habrá sanciones económicas y de público, pero su postura es clara en el ámbito deportivo: consideran que el partido contra Independiente está finalizado y que deben ser ellos quienes avancen a la ronda de los ocho mejores del torneo.
Nuevamente incertidumbre por la Supercopa
Por su parte, el equipo argentino de Independiente ha cambiado su postura inicial de buscar los puntos y la clasificación directa. Ahora, lo que desean es jugar el resto del compromiso a partir del minuto 47. Esta posición podría afectar la decisión final de la Conmebol y el futuro de la Supercopa.
El anuncio de la venta de entradas, con una serie de restricciones que permitirían solo a algunos pocos asistir, como padres, cercanos e hinchas de las divisiones inferiores y un sector específico para mayores de 55 años, parecía poner fin a la larga espera. Sin embargo, la advertencia de la U ha reavivado la incertidumbre sobre la concreción del partido y añade un nuevo capítulo a la conflictiva historia de la Supercopa.
