Universidad de Chile ha cerrado una temporada decepcionante al no conseguir ninguno de los objetivos principales trazados: ni el campeonato nacional, propuesto por el DT Gustavo Álvarez al inicio de la campaña, ni el premio de consuelo de clasificar a la Copa Libertadores como Chile 2 o Chile 3. La falta de acceso al torneo continental representa un duro golpe para las arcas de Azul Azul, que deberá afrontar el próximo año con ingresos menores a los esperados.
El magro rendimiento solo le permitió a los azules asegurar un cupo en los playoffs de la Copa Sudamericana, donde el equipo deberá disputar una fase previa para recién acceder a la fase de grupos. Estas conclusiones, lejos de ser positivas para Universidad de Chile, han puesto en entredicho la continuidad de figuras clave, comenzando por el propio director técnico, Gustavo Álvarez, quien la semana pasada anticipó su salida a la espera de una reunión formal con la dirigencia para cerrar su ciclo en el CDA sin títulos nacionales.
Álvarez no es el único que parece tener las horas contadas en el Bulla. Según información del portal La Magia Azul, el plantel ya registraría al menos cuatro bajas confirmadas para los próximos días. El listado incluye al experimentado arquero Christopher Toselli, quien optó por el retiro del fútbol, junto con los jugadores Ignacio Tapia, Nicolás Guerra y Pedro Garrido, quienes no seguirán en la institución.
Movimientos en la plantilla de Universidad de Chile
A estas salidas se suman las situaciones contractuales de dos delanteros cuyo futuro aún pende de un hilo: Cristian "Tucu" Contreras y Lucas Di Yorio. Ambos jugadores han terminado su vínculo con la U y se encuentran a la espera de una decisión sobre su posible renovación, lo que aumenta la incertidumbre en la zona ofensiva del equipo de cara a la próxima temporada.
De esta manera, Universidad de Chile enfrenta una profunda reestructuración forzada por la ausencia de logros deportivos. La no clasificación a la Copa Libertadores 2026 obliga al club a redefinir sus prioridades en el mercado de fichajes y en la banca técnica, con la obligación de armar un plantel competitivo para pelear por un cupo en la fase de grupos de la Copa Sudamericana.
