La Universidad de Chile sumó tres puntos vitales tras un sufrido triunfo por 2-1 frente a Huachipato en la jornada 25 del Campeonato Nacional, manteniéndose en la pelea por los primeros lugares del torneo. Sin embargo, más allá de la euforia por la victoria, la dirigencia de Azul Azul se enfrenta a un nuevo problema: el comportamiento de sus hinchas en el Estadio Nacional.
Durante el encuentro, el encendido de fuegos artificiales por parte de la barra del club despertó preocupación. Este tipo de incidentes, que se ha repetido en varias ocasiones durante la temporada, fue registrado en el informe arbitral de Cristián Garay, poniendo en riesgo al equipo de recibir una sanción disciplinaria.
Las bengalas y la protesta de la hinchada
El incidente ocurrió alrededor del minuto 72 del partido, momento en que se encendieron varias bengalas en las gradas, en lo que se interpretó como un acto de protesta. La manifestación surgió tras la emisión de un reportaje de Canal 13, que investigó el funcionamiento interno de la barra de la Universidad de Chile, generando molestia entre los aficionados.
El Tribunal de Disciplina ya está al tanto del hecho y podría tomar medidas que afectarían a la U en sus próximos compromisos como local. Según el sitio especializado Emisora Bullanguera, la preocupación en la dirigencia crece ante la posibilidad de perder aforo o incluso ser obligados a jugar a puertas cerradas, lo que impactaría tanto en lo deportivo como en lo económico.
Azul Azul espera una sanción económica
Fuentes cercanas al club señalan que en el Centro Deportivo Azul se preparan para la inminente resolución del tribunal, esperando que el castigo no vaya más allá de una multa económica. La esperanza del equipo es que el castigo sea similar al que se aplicó en el último Superclásico, donde una situación parecida se saldó con una multa de 50 UF, sin afectar la presencia de hinchas en el estadio.
"Estamos preocupados, pero confiamos en que el tribunal entenderá que este fue un episodio aislado y que no se repetirá", indicaron desde la interna de la Universidad de Chile. Sin embargo, la posibilidad de una sanción que implique la reducción del aforo en el Estadio Nacional o la prohibición de recibir público sigue latente.
