María José Campos, conocida cariñosamente como “Porotito Verde”, es uno de los rostros más emblemáticos de la historia de Morandé con Compañía, programa que marcó una era en la televisión chilena. Con su carisma y enérgicos bailes, Campos se ganó el cariño del público, convirtiéndose en una de las figuras más queridas del espacio. Su participación en el programa la catapultó a la fama, especialmente por sus coreografías al ritmo de canciones como “La Mayonesa”, que se convirtieron en un sello distintivo de su paso por la pantalla chica.
Durante su tiempo en Morandé con Compañía, la “Porotito Verde” no solo destacó por su talento para el baile, sino también por su espontaneidad y conexión con el público. Su presencia en el programa, que combinaba humor, música y entretenimiento, la consolidó como un ícono de la televisión de los 2000. Sin embargo, con el paso de los años, Campos decidió alejarse de las cámaras y tomar un rumbo completamente distinto en su vida.
Aunque no ha revelado muchos detalles sobre su vida actual, se sabe que María José Campos optó por dejar atrás el mundo del espectáculo para enfocarse en proyectos personales. Su decisión de alejarse de la televisión sorprendió a muchos de sus seguidores, quienes aún la recuerdan con cariño por su alegría y su inconfundible estilo. “Fue una etapa increíble, pero sentí que era momento de cambiar y explorar otras cosas”, comentó en una entrevista hace algunos años.
Porotito Verde es viral nuevamente
Recientemente, en una conversación con Kike Morandé, reveló que, aunque logró estabilidad financiera, pudo haber manejado mejor sus ingresos durante su época de mayor popularidad. “Tengo mi casa pagada, pero pude haber juntado más plata”, confesó. Además, reconoció que, en su juventud, tomó decisiones equivocadas: “Qué manera de pisar el palito fácil y creer estupideces”, agregó con humor y un toque de nostalgia.
Hoy, con 45 años, "Porotito Verde" está enfocada en su emprendimiento de jardinería y en su rol como madre. Su hija Julieta, quien está en etapa escolar, se ha convertido en su gran compañera en esta nueva etapa de su vida, lejos de los reflectores y con un presente más tranquilo, pero no exento de nuevos desafíos.
