Más de una década y media después de aquel icónico momento en el reality "Pelotón", donde Carla Jara se rapó la cabeza tras su mediática ruptura con el exfutbolista Jorge "Kike" Acuña, la comunicadora vuelve a recurrir a un cambio de look drástico como símbolo de un nuevo ciclo emocional. Esta vez, el fin de su relación con el comediante Diego Urrutia ha motivado una vez más la tijera, demostrando que para Jara, el cabello es más que estética: es una terapia personal.
En aquella ocasión de 2009, el gesto de raparse la cabeza fue una declaración de principios. Años después, en "La Divina Comida" de Chilevisión, Jara lo explicó claramente: "Me pelé un poco también para despojarme de recuerdos y de estereotipos de mujer que tiene que ser con pelo largo, bonita y flaca y todo. Entonces dije ‘no quiero más esto’ y me rapé". Aquella acción marcaba una liberación de expectativas y presiones, un grito de independencia a través de su imagen.
El tiempo pasó, y tras el quiebre de su matrimonio con Francisco Kaminski, Carla Jara encontró el amor a mediados del año pasado en el comediante Diego Urrutia. La relación parecía ir viento en popa, pero los rumores de una separación comenzaron a circular hace algunas semanas, confirmándose finalmente esta semana. La ex "Mekano" sintió la necesidad de dedicar su tiempo y energía por completo a su hijo Mariano, haciendo incompatible la relación con Urrutia.
Carla Jara es viral tras ruptura con Diego Urrutia
El comediante fue el primero en corroborar la noticia. Interrogado en sus redes sociales sobre el quiebre, Diego Urrutia fue conciso: "Sí, es verdad", confirmando lo que muchos ya sospechaban. Su declaración abrió la puerta para que, poco después, la propia Carla Jara hiciera oficial la ruptura, pero a su estilo, con un gesto que ya es distintivo en su historia.
Fue en su cuenta de Instagram donde la comunicadora ratificó la decisión con un inesperado cambio de look. Una imagen que hablaba por sí sola, acompañada de una frase reveladora: "Ya saben que es terapia", junto a un elocuente emoji de un corazón herido. La acción de Carla Jara no solo comunica un fin de ciclo amoroso, sino que reitera su particular manera de afrontar los quiebres: una transformación capilar como una forma de sanar y avanzar.
