La relación entre el jurado de Fiebre de Baile, Vasco Moulian, y el influencer Diego Pánico ha dado un giro inesperado que ha remecido las redes sociales. Tras protagonizar tensos episodios en el estelar de danza, el portal de espectáculos Infama difundió una fotografía de ambos tomados de la mano, lo que ha desatado una ola de especulaciones entre los usuarios, quienes oscilan entre teorías de una broma amistosa o el inicio de un vínculo sentimental.
El historial entre ambos estuvo marcado por la hostilidad en el set, donde Vasco Moulian, en su rol de juez, llegó a exigir silencio al joven comunicador, quien suele asistir como público. El director de teatro le lanzó frases como: “¡Oye! ¡Quédate callado! ¡Esta no es una kermés, compadre!” y advirtió con su expulsión del recinto tras supuestos roces: “Ojo con tratar así a una persona del jurado, la próxima vez pido que te saquen del lugar”.
En una conversación reciente con el diario La Hora, Diego Pánico recordó el impacto emocional de estos encuentros, calificando su discusión con el exguionista como uno de sus momentos más difíciles. “Cuando Vasco Moulian me hizo callar y me denigró frente a todos los televidentes. Yo me puse a llorar y eso fue algo real”, relató el influencer, quien además aclaró que la disputa nació de una falsa acusación de haber insultado a Raquel Argandoña.
Vasco Moulian es viral en estas horas
El joven, que ganó notoriedad por su ferviente apoyo a Cony Capelli en Gran Hermano, confesó sentirse asombrado por el alcance mediático de sus apariciones en el estelar, pese a no ser un concursante. “Es un alcance distinto y todos me ven y me dicen 'sin Diego Pánico no es Fiebre de Baile' y yo quedo en shock, ni siquiera bailo”, explicó, mencionando que tras las rencillas públicas incluso llegó a recibir gritos de desconocidos en la calle.
No obstante, Pánico transparentó que el vínculo actual con Vasco Moulian ha transitado hacia un terreno mucho más cercano y complejo, explicando la dinámica que mantienen hoy tras bambalinas. “De repente es buena, porque él es como tripolar. Es buena, pero después se enoja, le molestan mis gritos. Pero bueno, peleamos, nos arreglamos, nos mantenemos en esa pero nos amamos”, sentenció el comunicador, confirmando que la hostilidad inicial ha dado paso a un afecto mutuo.