El reality show «Secretos en Brasil», producido por Diego González, causó gran revuelo con la participación de Felipe Urra, más conocido como Fritanga, quien se unió al programa con grandes expectativas. Sin embargo, la sorpresa fue mayúscula cuando el ex participante de «Resistiré» decidió abandonar el proyecto apenas dos días después de su llegada, generando una ola de comentarios y especulaciones en redes sociales.
En una publicación contundente, Fritanga explicó su decisión de manera directa, afirmando que su arrepentimiento no residía en haber participado, sino en no haber conocido el formato del programa con antelación. En sus palabras, criticó el ambiente en el que se encontraba: «De lo único que me arrepiento es no haber sabido el formato, haber estado con puras prostitutas y que mi familia viera cosas como esas baratas», expresó en un desahogo público que rápidamente captó la atención de sus seguidores.
Poco después, Fritanga hizo una aclaración adicional, mencionando que su renuncia se debía a asuntos personales relacionados con su familia. «Ya cabros, me voy. Aquí con mi compita Diego. Me voy por temas de mi mujer. No soy para esto. Amo a mi familia», fueron sus palabras, dejando claro que su prioridad en ese momento era su vida familiar y no continuar en el reality.
Fritanga se lleva todas las miradas por el escándalo
Sin embargo, la versión de los hechos comenzó a complicarse cuando Carla Manzo, una creadora de contenido cercana al equipo, ofreció una visión completamente diferente de la situación. Según Manzo, Fritanga ya venía lidiando con problemas familiares antes de viajar a Brasil, algo que solo empeoró durante el rodaje. La creadora de contenido explicó que la esposa de Fritanga lo llamaba constantemente, insultándolo y amenazándolo, lo que generó tensión en el grupo.
Carla detalló además situaciones que reflejaban el maltrato que Fritanga habría recibido, señalando que incluso mostró fotos de su auto, que según él había sido destruido por su esposa. A pesar de esta difícil situación, Manzo destacó que Fritanga siempre mostró una actitud respetuosa y profesional con el resto del equipo. «Él seguía hablando con su pareja, tratando de calmarla y dándole a entender que la amaba», relató, cerrando con un mensaje esperanzador sobre la relación de la pareja.
«Espero que vayan a terapia, porque quemarle la ropa o destruirle el auto mientras trabaja no es algo sano», concluyó. La controversia dejó al público dividido entre las declaraciones de Fritanga y las revelaciones de Carla Manzo, generando un debate sobre las dificultades personales que pueden influir en la vida pública de los participantes de estos programas.
