Un complejo litigio legal entre dos figuras del mundo digital ha escalado a niveles personales, forzando a una de las partes a una drástica reclusión. Natalia Casas Cordero, querellante por injurias graves contra la influencer Naya Fácil, reveló en el programa Primer Plano las graves consecuencias que la disputa ha tenido en su vida y, más preocupantemente, en la de su hija de 16 años. La imposibilidad de llegar a un acuerdo previo ha derivado en un juicio que iniciará el próximo 8 de julio.
Casas Cordero, una profesional de 41 años con estudios en Periodismo, un diplomado en Marketing y Comunicaciones, y un título de Técnica en Nivel Superior Administración de Empresas, lidera su propia agencia de marketing digital. En abril pasado, había explicado a Glamorama que su incursión en la creación de la página "Maldita Farándula" se originó "desde la rabia de ver cómo se manipula la información en el espectáculo". Este contexto establece el telón de fondo de una confrontación que se ha vuelto cada vez más intensa.
Por su parte, Naya Fácil, también en Primer Plano, contraatacó, alegando que Casas Cordero habría comenzado a publicar contenido sobre ella en 2021, lo que, según la influencer, se transformó en un "hostigamiento". la misma detalló la presunta escalada: "El primer año comenzó el show de redes sociales. El segundo año comenzó a investigar a mis cercanos. Quién se juntaba conmigo, los certificados de nacimientos de mi familia, mis papás, donde trabajan mis papás... Ella publica ‘¿quiénes son los padres?’, ‘si alguien los conoce, mándenme su nombre o contacto para yo comunicarme con ellos’", argumentó la figura de redes sociales.
Naya Fácil es duramente criticada
Natalia Casas Cordero rechazó tajantemente estas acusaciones, afirmando: "Yo no la conocía en 2021. Yo sabía que en Instagram había una niña que comía ca..., que se metía Frugelés por no sé dónde". La profesional sostuvo que Naya Fácil "se victimiza, hace su show" y denunció que, tras una supuesta "funa" de la ex reina de Viña exponiendo su nombre, los seguidores de Naya, conocidos como "facilines", desataron una ola de amenazas y acoso. Las repercusiones fueron devastadoras: "Mi hija no pudo terminar el colegio como correspondía, la tuve que sacar del colegio. Tuve que contratar a alguien que nos acompañe siempre, por miedo, por las amenazas que yo sufro de sus seguidores... Mi hija temía por su vida, por todas las amenazas que recibió, el hostigamiento en el colegio".
Finalmente, Casas Cordero relató que presentó la querella por injurias graves contra Nayadeth Neculhue (nombre real de Naya Fácil) en 2023. La situación se recrudeció cuando, en 2024, Naya Fácil se enteró de la acción legal en su contra: "Comenzó su hostigamiento hacia mí. Sigue hablando, exponiéndome y poniendo fotos de mi familia, mi dirección, mis cosas... Cada vez son más funas que me hace, cada vez me entrega más pruebas para yo seguir querellándome", concluyó Casas Cordero, sugiriendo que el ciclo de hostigamiento se perpetúa, sumando más elementos a este turbulento enfrentamiento judicial.