La influencer Naya Fácil generó un intenso debate en redes sociales este domingo, tras recibir una carta de una seguidora que le solicitaba un préstamo de $10 millones de pesos para saldar sus deudas. La remitente detalló que su situación financiera se había deteriorado a causa de compromisos comerciales, el fracaso de un emprendimiento y los elevados costos del tratamiento de una mascota enferma.
La inesperada petición impactó a la creadora de contenido. "A mí me impacta cómo alguien puede tener una deuda de 10 millones de pesos", expresó Naya Fácil, quien, si bien manifestó un deseo de ayudar, declinó la solicitud: "Me encantaría muchísimo, con mi vida, ayudar a todas las personas que me piden ayuda", sostuvo. Su negativa, explicó, se fundamenta en experiencias desafortunadas que le han generado desconfianza en el pasado.
Naya Fácil relató dos episodios clave que justifican su postura. El primero se remonta a 2021, cuando un ex amigo creó una página de memes sobre ella, generando ganancias millonarias con su imagen sin su conocimiento. Tras confrontarlo, la persona admitió los hechos y le ofreció un viaje a Estados Unidos como compensación. Sin embargo, una vez allí, el dinero fue utilizado para compras personales del ex amigo, dejando a Naya en una situación complicada de la que logró salir gracias a la ayuda de un fanático que le permitió regresar a Chile.
¿Naya Fácil es prestamista?
El segundo incidente ocurrió durante ese mismo viaje, cuando la influencer prestó $2 millones de pesos a otra amiga para que invirtiera en mercadería desde Estados Unidos y la revendiera en Chile. Naya Fácil reveló que, a pesar del acuerdo, su amiga no logró vender nada en el transcurso de un año. Finalmente, la influencer se vio obligada a exponer públicamente la situación en sus redes sociales para lograr recuperar su dinero, un hecho que profundizó su cautela.
A pesar de estas experiencias negativas, Naya Fácil no descartó la posibilidad de ayudar a sus seguidores en el futuro, aunque con ciertas condiciones. "Quizás en algún momento yo haga un préstamo a algunos de mis facilines y eso. Quizás, no sé si ahora, y me gustaría hacerlo público y ver si esta persona me va a pagar o no, cuando me sienta segura, cuando me sienta bien. Este no es el momento", concluyó, dejando entrever que cualquier ayuda futura estaría sujeta a una mayor transparencia y un sentido de seguridad personal.