En una reciente emisión del programa Zona de Estrellas, se reveló una inesperada situación que involucra a figuras conocidas del espectáculo nacional. El panel del espacio de farándula fue sacudido por una información que apunta a una posible interacción sentimental entre la influencer Daniela Aránguiz y el extenista Marcelo “Chino” Ríos, lo que habría generado tensión entre Aránguiz y Kenita Larraín en el reality Only Fama.
Fue el periodista Hugo Valencia quien puso sobre la mesa la especulación, sugiriendo que detrás del distanciamiento entre ambas mujeres podría estar Ríos. Según su versión, el deportista habría mantenido una actitud coqueta con Daniela Aránguiz, insinuación que sorprendió a sus compañeros y dio pie a que otros panelistas aportaran más antecedentes sobre el caso.
Manu González, también integrante del programa, aseguró haber accedido a conversaciones privadas entre Ríos y Aránguiz. En estos intercambios, el ex número uno del tenis invitaba a la exchica reality a compartir una cena en su próxima visita a Chile, afirmando que lo hacía porque ella le caía muy bien. Estas declaraciones aumentaron la curiosidad del público y generaron debate en el estudio.
Lo que le dijo Marcelo Ríos a Daniela Aránguiz
El momento más sorpresivo ocurrió cuando Daniella Campos, otra de las panelistas, recibió un mensaje directo de Paula Pavic, exesposa de Ríos. En él, Pavic no solo confirmó que su entonces marido efectivamente había contactado a Daniela Aránguiz, sino que también expresó su desconcierto por la situación, apuntando directamente a la actitud de la influencer frente a dichos acercamientos.
En su mensaje, Pavic escribió: “Hola, me acordé que me escribiste cuando estabas en Zona de Estrellas para saber de mi divorcio, pero yo no usaba ese WhatsApp. Te quiero escribir porque estoy viendo en PH y siento que somos parecidas en muchas cosas, por ende sé que has hablado con Marcelo y sé que te escribió cuando aún estábamos juntos. Me pareció un poco raro que le siguieras el juego y habiendo pasado tú por lo mismo”. Estas palabras dejaron entrever una mezcla de decepción y reproche, cerrando un capítulo más en la intrincada red de relaciones del espectáculo chileno.
