La reciente confirmación del quiebre sentimental entre Carla Jara y el comediante Diego Urrutia, tras cerca de un año de relación, se ha visto envuelta en una inesperada polémica. Si bien la pareja argumentó la falta de tiempo y sus apretadas agendas laborales como la causa de la ruptura, un enigmático mensaje de Urrutia en redes sociales y la posterior intervención de un familiar de la expareja de Jara han encendido las alarmas y desatado una ola de reacciones.
El origen de la controversia fue una historia de Instagram compartida por Diego Urrutia, cuyo contenido muchos interpretaron como una clara indirecta hacia la exchica "Mekano". "Qué difícil es ofrecerle paz a una persona que está acostumbrada a vivir en caos y guerra", se leía en la publicación del humorista, generando de inmediato especulaciones sobre la verdadera naturaleza de la separación y la dinámica de la relación.
La publicación no pasó desapercibida, especialmente para Ximena Candia, madre de Francisco Kaminski, exesposo de Carla Jara. La cuenta de Instagram "Noticias Espectáculo" replicó la supuesta indirecta de Urrutia, y fue en ese contexto donde la madre del animador dejó un comentario que rápidamente se volvió viral. Con un tono lapidario, Candia escribió: "Esta mujer nunca va a poder vivir en paz, ya que todo se devuelve", lanzando un dardo directo hacia la figura de su exnuera.
Carla Jara, en la mira
Aunque el comentario de la madre de Kaminski fue eliminado poco después, su captura y posterior difusión en redes sociales provocaron un torbellino de reacciones. La mayoría de los cibernautas cuestionó duramente sus palabras, calificándolas de inoportunas y crueles. El principal argumento de la crítica se centró en el vínculo familiar que las une: Carla Jara es la madre de Mariano, nieto de Ximena Candia, fruto de su relación con Francisco Kaminski.
Esta intrusión de terceros en la vida privada de Carla Jara, en medio de un momento vulnerable como una ruptura, ha reavivado viejas tensiones y ha puesto de manifiesto la complejidad de las relaciones familiares cuando la exposición pública es una constante. La situación deja entrever que, más allá de los motivos declarados, el fin de la relación entre Jara y Urrutia podría tener matices más profundos, o al menos, despertar antiguos resentimientos en su entorno.
