La reciente emisión del estelar de Chilevisión, «Fiebre de Baile», la noche del lunes, se convirtió en el escenario de una fuerte controversia. Un tenso intercambio de palabras entre el jurado Vasco Moulian y la concursante Constanza Capelli culminó con la bailarina visiblemente afectada, generando un momento de gran impacto emocional en el set. La fricción se desató a raíz de la evaluación de la performance de Capelli.
La chispa de la disputa fue una dura crítica de Vasco Moulian a la coreografía de Capelli, centrada en la falta de contacto visual con la cámara. Sin embargo, el lenguaje empleado por el jurado encendió la indignación. «Penca po’… pucha, fome. Disculpen, la expresión es la peor», fueron las palabras exactas que articuló Moulian, provocando una inmediata y enérgica reacción de rechazo tanto en la participante como entre los espectadores, y elevando la temperatura del ambiente.
Una defensora clave de Capelli emergió rápidamente: Faloon Larraguibel. La compañera de reality salió al cruce de Moulian con firmeza. «Estoy muy molesta con Vasco, porque no puede ser que un hombre tan profesional utilice ese término. Decir que ‘se vio penca’, ¿qué es eso? No ve el esfuerzo de todos por entregar un buen espectáculo. Cony se vio preciosa, hizo un baile espectacular, y merece respeto. Deberíamos cuidar más las palabras que usamos», declaró Larraguibel mientras Capelli, conmovida hasta las lágrimas, era enfocada por las cámaras siendo consolada por su bailarín en el backstage.
Vasco Moulian y sus duras críticas
Ante el revuelo y el malestar palpable, Vasco Moulian hizo uso de su turno para ofrecer una disculpa pública. «Quiero hacerme cargo. Le pido disculpas a todo el público que nos está viendo, a nuestra audiencia, porque la palabra que usé no corresponde para alguien con 35 años de trayectoria en la academia. Aprovecho de pedirle disculpas a Faloon y, sobre todo, a Cony», expresó el jurado. No obstante, la ex ganadora de «Gran Hermano» ejerció su derecho a réplica para precisar su postura: «Agradezco a Faloon por el compañerismo y quiero corregirle un poco a Vasco, porque como bien dice ella, la disculpa debió haber sido hacia mí y hacia mi bailarín más que al público».
Desde la trastienda, Capelli cerró el tenso episodio con una reflexión sobre la ética del espectáculo: «Está bien que esto sea televisión, pero somos humanos. Detrás de cada intérprete hay una persona, y decir esa palabra es una falta de respeto cuando hay tanto esfuerzo detrás». El incidente pone de relieve la delicada línea entre la crítica televisiva y el respeto personal, generando debate en redes sociales sobre los límites del lenguaje en pantalla.