Un notable revuelo se ha generado en torno al Hospital Provincial de Ovalle (HPO) a raíz de la contratación del ex "chico reality" Luis Mateucci para su fiesta de aniversario. La noticia, divulgada por el medio local La Región Estrella, apunta a un gasto de monto millonario para un show descrito como "sugerente y erótico", generando un escándalo de alto perfil que contrasta con el carácter de la institución pública de salud.
Según la información detallada por el medio de Ovalle, el HPO incurrió en este gasto a través de una licitación pública para la "ADQUISICIÓN SERVICIO ACTIVIDAD DE CIERRE ANIVERSARIO HPO 2025", con un monto disponible que ascendía a $11.900.000. Esta inversión en una celebración con una figura de alto impacto mediático y contenido "sugerente" choca con la sobriedad que se esperaría de un recinto de salud, más aún en un contexto donde el hospital enfrenta cuestionamientos a su dirección y una crisis por las listas de espera.
La polémica se intensifica al considerar las normativas que rigen a la institución. El reportaje de La Región Estrella subraya que el Hospital Provincial de Ovalle cuenta con una prohibición explícita de la Dirección de Presupuestos (DIPRES) para utilizar fondos fiscales en este tipo de celebraciones o eventos de aniversario. Esta infracción normativa es uno de los principales focos de la denuncia.
Luis Mateucci y una nueva polémica
Además de la controversia por el monto y el tipo de espectáculo, la denuncia apunta a graves irregularidades en el proceso de contratación. El medio local sostiene que la licitación podría haber sido "dirigida" o viciada, mencionando como indicio que el show de Luis Mateucci fue anunciado públicamente antes de que se realizara la adjudicación formal de la licitación, sugiriendo un proceso irregular.
La inclusión de Luis Mateucci, reconocido por espectáculos que involucran exhibición física y contenido erótico, es considerada por los denunciantes como "una burla a la ciudadanía". El medio La Región Estrella enfatiza que la población demanda que los recursos se destinen a la inversión en salud, y no en actividades sociales de alto costo, situando el "millonario gasto" y las supuestas irregularidades en el centro de un debate ético y fiscal.
