La sala de audiencias del 4º Juzgado de Garantía de Santiago fue testigo de una escena inusual y cargada de tensión. Martín de Los Santos Lehmann, el empresario de 32 años formalizado por la brutal agresión a un conserje en Vitacura, mantuvo una actitud desafiante y provocadora durante la sesión que culminó con la revocación de su libertad y la orden de prisión preventiva. La decisión judicial, solicitada por la parte querellante, marcó un punto de inflexión en un caso que ha generado gran revuelo en la opinión pública.
De Los Santos, quien se presenta como un exitoso emprendedor, enfrenta cargos por el delito de lesiones graves contra Guillermo Oyarzún, un conserje de 70 años que resultó con heridas de extrema gravedad, incluyendo la pérdida de la visión de uno de sus ojos, tras el ataque ocurrido el 17 de mayo. A pesar de la seriedad de las acusaciones y las lamentables consecuencias para la víctima, la actitud del imputado durante la audiencia vía Zoom fue de desprecio y burla, según reportó Meganoticias. Se le vio tomando mate, vapeando y haciendo gestos evidentes ante los testimonios y pruebas presentadas en su contra.
La indignación de De Los Santos no se contuvo. Interrumpió la audiencia para expresar su rechazo vehemente a las afirmaciones en su contra. "¡Oiga magistrado, usted está haciendo un show mediático! ¡Todo lo que ha dicho es falso, esto no es un Estado de derecho. Yo, como ciudadano libre, no condenado yo doy empleo, doy trabajo, soy una persona trabajadora, tengo mi derecho a defenderme!", exclamó, intentando deslegitimar el proceso judicial y presentándose como una víctima de la situación.
Novedades en el caso del conserje agredido
Pero la audacia del imputado no terminó allí. Fue más allá y se atrevió a solicitar a la jueza que reconsiderara su decisión de enviarlo a prisión. "¡Le pido que dé nuevamente su veredicto no puede ser que las redes sociales sean más juez de garantía que usted, póngase en la posición de que yo sea su hijo!", manifestó, en un intento de apelar a la empatía de la magistrada y de minimizar la gravedad de los hechos imputados, lo que profundizó el asombro de los presentes.
La determinación del tribunal de acoger la solicitud de prisión preventiva envía una clara señal sobre la seriedad con la que se aborda el caso. La actitud de De Los Santos Lehmann durante la audiencia, lejos de favorecerlo, pareció reforzar la necesidad de asegurar su presencia en el proceso judicial y garantizar la protección de la víctima y la sociedad, mientras se avanza en la investigación de esta brutal agresión que ha conmocionado a Vitacura y al país.
