Las recientes revelaciones de Julián Elfenbein en el programa Podemos Hablar de CHV han encendido la mecha de una inesperada controversia. El animador compartió detalles sobre la situación de su hijo mayor, Benjamín (19), quien se encuentra en Israel, justo en medio de la compleja zona bélica. Esta declaración, lejos de generar solo empatía, provocó una fuerte reacción y críticas por parte de los panelistas del programa La Voz de los que Sobran, quienes cuestionaron la percepción de víctima que, a su juicio, se intentaba proyectar.
Elfenbein explicó a Diana Bolocco que Benjamín está en Israel participando en un "seminario de liderazgo que dura como un año" junto a un grupo de amigos. La preocupación del padre es palpable, ya que su hijo "se la ha pasado en refugios, en bunkers, estas últimas dos semanas desde que comenzó el tema con Irán", aludiendo a la escalada de tensiones en la región. La noticia, sin duda, es angustiante para cualquier padre, pero el contexto geopolítico en el que se enmarca la ha convertido en un tema de debate más profundo.
La periodista Alejandra Valle, conocida por sus opiniones sin filtro, no tardó en expresar su indignación ante los dichos de Julián Elfenbein. "En la televisión abierta estaba Julián Elfenbein contando que su hijo está en el ejército de Israel, como si él estuviera sacrificándose por el mundo", sentenció. Valle profundizó en su crítica, afirmando: "A mí me llama la atención. Les encanta ponerse en el lado de la víctima a las personas sionistas, que es el caso de Julián", sugiriendo una narrativa que, a su parecer, distorsiona la realidad del conflicto.
Julián Elfenbein, en la mira
Por su parte, el abogado Daniel Stingo se sumó al análisis, aunque con una matiz diferente, intentando separar el sentir paternal de la postura política. "Yo entiendo que Julián Elfenbein esté preocupado por su hijo, es el amor de papá y creo que eso es humano. Es legítimo que él sienta miedo por su hijo y se compre todo...", comentó, reconociendo la humanidad de la preocupación del animador.
Sin embargo, Stingo rápidamente estableció un límite claro entre el ámbito personal y el político: "...pero otra cosa es cerrar los ojos y decir que Israel es víctima, que ellos son los que están sufriendo muertos, cuando ellos han atacado Irán, Siria, Líbano y Gaza". Esta declaración pone de manifiesto el desacuerdo con la interpretación de los hechos en la región, transformando la preocupación de un padre en un punto de partida para una discusión más amplia sobre el conflicto en Medio Oriente y la percepción de los bandos involucrados.