A casi cinco meses de la misteriosa desaparición de la concejala de Villa Alegre, María Ignacia González, el 15 de junio, la investigación ha abierto una nueva línea de indagatoria centrada en sus finanzas y una red de préstamos que la autoridad comunal realizaba. En medio de estas diligencias, el administrador municipal Rodrigo Cancino ha emergido como un testimonio clave, generando un duro cruce de acusaciones con las hijas de la concejala, quienes han expresado sospechas sobre su rol.
Según información obtenida por Mucho Gusto, la concejala González mantenía la costumbre de facilitar dinero a personas que ayudaba, incluyendo a algunos funcionarios municipales. Esta actividad se financiaba en parte con la gran cantidad de dólares que manejaba, provenientes de un negocio personal de importación de joyas, perfumes y ropa desde Tacna. La revelación de estas deudas ha levantado dudas sobre un posible móvil de carácter económico en su desaparición, perfílala como un factor de riesgo en el caso.
En una entrevista exclusiva, el administrador municipal Rodrigo Cancino admitió haber tenido una transacción con la concejala, quien le facilitó dólares para un viaje al extranjero. "Cuando viajé al extranjero a quien le pedía dólares era a ella y se los devolvía... Les quedé debiendo 100 dólares, porque los cambié a euros, tengo los euros y tengo que cambiarlos a dólares", detalló. No obstante, Cancino desestimó cualquier vinculación con el caso y acusó a las hijas de la concejala de mentir. "Que pidan que te desvinculen de tu trabajo, que digan que yo la asesiné, que lo afirmen, es súper complejo", lamentó, instando a las jóvenes a buscar "más recursos, que haya una labor investigativa más acuciosa".
Sigue la investigación en el caso de la concejala de Villa Alegre
Cancino también reveló que su domicilio fue revisado por la policía y que, al inicio de la búsqueda, una de las hijas, Javiera, le planteó la posibilidad de un suicidio. "Dentro de las primeras conversaciones que yo tengo con Javiera, me dice, 'Rodrigo, ¿y si ella atentó contra su vida?'", relató el administrador, quien luego añadió que la joven le sugirió buscar a su madre "al río, pero por Rincón de Lobos Norte".
En respuesta, las hijas de la concejala, Javiera y Camila Gallegos, negaron estar mintiendo y exigieron a Cancino aclarar sus dichos. Javiera aseguró que "todo lo que hemos dicho ha sido con fundamento, de acuerdo a lo que hemos leído en las declaraciones", mientras que Camila Gallegos acusó inconsistencias en el relato del funcionario sobre su paradero la noche de la desaparición, señalando que primero les dijo una cosa, luego otra, y que hay testigos que lo habrían visto en Villa Alegre a pesar de que él dijo haber estado en Constitución y luego en Talca. Javiera además estimó que el préstamo pudo haber sido de "1.000 dólares" y manifestó su extrañeza por la transacción, dada la disponibilidad de euros en el destino del viaje.
